Durante una reunión que se llevó a cabo entre COVIAR y la Embajada Británica en Argentina se realizó un estudio comparativo entre los aranceles actualmente vigentes para los productos exportables de la vitivinicultura argentina, respecto de los que comenzarán a regir a partir del 1 de enero del próximo año. En este sentido, habrá una mejora para productos como espumantes, vino fraccionado y granel, jugo de uva concentrado o mosto, pasas de uva y uva en fresco.
La disminución del arancel será más notoria en la uva en fresco, ya que se obtendrá una reducción del arancel del 30% (pasando del 11,5% actual al 8%). Esto puede abrir una oportunidad para comenzar a competir con Chile y Sudáfrica, que al momento son los principales exportadores de este producto a Reino Unido.
Asimismo, para el vino fraccionado también se observa una disminución promedio del -15 %, ya que los aranceles bajarán (según la graduación alcohólica) de 15,4 euros/ hl a 13,2 y de 13,1 a 11 euros/hl. El vino espumante pasará de los actuales 32 euros/hl a 28,6, mostrando una reducción del 11%.
En el caso del vino a granel, el arancel pasará de 9,9 euros/hl a 9,02 euros/hl, esto implica una disminución del 9%. Luego, para la pasa de uva se obtendrá una disminución del 17% y para el jugo de uva concentrado o mosto la baja será del 11%, ya que el arancel pasará del 22,4% al 20%.
Los datos surgen de un estudio realizado comparando los aranceles actualmente vigentes para los productos vitivinícolas exportables respecto a los que comenzarán a regir a partir del próximo año. Se realizó una conversión de las tarifas de la UE a libras esterlinas, detectando una reducción en las mismas como resultado de la revaluación de la moneda británica respecto al euro desde el momento de la conversión de las tarifas a la actualidad.
Una baja de aranceles significa una mejora en la competitividad directa de la producción exportable de Argentina. Y es una muy buena noticia, teniendo en cuenta la importancia estratégica que tiene Reino Unido para las exportaciones de vinos fraccionados argentinos y una oportunidad para diversificar exportaciones y ganar nuevos mercados.
“Estamos convencidos de que este cambio arancelario generará un importante beneficio para nuestro sector de cara al nuevo año y brindará nuevas oportunidades que deben ser consideradas y capitalizadas por las empresas en la toma de decisiones y negociaciones en lo que resta del 2020”, señaló Fernando Morales, presidente de la Cámara Argentina de Fabricantes y Exportadores de Mosto, y miembro del directorio de COVIAR.
El segundo mercado más importante
Con datos al 2019, Reino Unido ocupó el segundo destino de exportaciones de vino argentino, con un 14% del volumen total exportado durante ese año (45,5 millones de litros dentro de los cuales correspondieron 26,8 millones a fraccionado y 15,7 millones a granel). En los últimos diez años, las exportaciones argentinas de vino a este destino se incrementaron en un 19,6% en volumen y un 9% en valor.
Actualmente, para la uva de mesa, pasas de uva y jugo de uva concentrado o mosto, Argentina no tiene participación en Reino Unido por lo que se visualiza una oportunidad para comenzar a trabajar en este mercado gracias a la reducción arancelaria que se dará a partir de 2021.
El 31 de enero de 2020 entró en vigor el acuerdo de retirada y comenzó un período de negociación de 11 meses para formalizar el llamado Brexit a partir del 1 de enero de 2021. El Reino Unido deja de ser Estado miembro de la Unión Europea y tiene la consideración de tercer país por lo tanto las mercancías que se envíen a o procedan del Reino Unido se tratarán como las exportadas/importadas desde cualquier otro país con quien la Unión Europea no haya suscrito ningún acuerdo comercial o de otro tipo que pueda afectar a las formalidades aduaneras. Del mismo modo, Reino Unido puede fijar aranceles independientes a los de la Unión Europea.
En el caso de Argentina y Reino Unido, como no existe un acuerdo comercial específico, el tratamiento arancelario que estará vigente desde el 1 de enero de 2021 tendrá que ser el que sigue las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) donde se establece que se deben aplicar los mismos términos comerciales a todos los países. Esto se conoce como tratamiento de nación más favorecida. Y, si bien el tratamiento arancelario realizó una conversión de las tarifas de la Unión Europea a libras esterlinas, se advirtió una reducción en las mismas como resultado de la revaluación de la moneda británica respecto al euro, desde el momento de la conversión de las tarifas a la actualidad.
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