A los 4 años Rodrigo Isgró empezó a jugar al rugby en el Mendoza RC y a los 22 ya forma parte de la selecta lista de mendocinos que ganaron una medalla olímpica, la de bronce que obtuvieron Los Pumas 7s en los Juegos de Tokio. Una extensa charla en Info Mendoza con uno de los deportistas del año
¿Cuándo y porqué empezaste a jugar a este deporte y en este club?
Arranqué a los 4 años. Mi viejo no jugó al rugby, pero mi tío, Fabián Puche, jugó toda la vida en el club, tuvo 3 hijas mujeres y como fui el primer sobrino me llevó al Mendoza RC. Era muy chiquito, mis viejos me cuentan que estaban un poco asustados por los golpes, pero desde los 4 años empecé a forjar el vínculo que tengo con el club.
¿Cuándo estuviste más cerca de hacer otro deporte o jugar en otro club?
De chico me gustaba hacer deportes y siempre iba a la escuela de verano de Regatas donde hice varios deportes, jugaba al tenis o al fútbol de salón y me gustaba mucho. Siempre el entrenador me decía que los sábados no iba a los partidos y era porque lo hacía a la par del rugby y tenía que ir al Mendoza RC.
¿Cuándo viste que podías ser un deportista profesional?
Por ahí de chico soñaba con jugar en Los Pumas o con jugar afuera pero siempre lo que quería era jugar en la Primera del club y divertirme. Siempre me propuse disfrutar y las cosas se fueron dando, de a poco se fueron abriendo puertas con los seleccionados de Mendoza, Los Pumitas, después Los Pumas 7s y ahora sí puedo decir que me dedico a esto.
Rodri Isgró en el Mendoza RC, donde juega desde los 4 años.
¿Si no fueras deportista profesional que serías?
Creo que estaría estudiando. Ahora estudio Administración de Empresas en la Universidad Siglo 21. Seguramente estaría estudiando y jugando en el club, como lo hacen mis amigos.
¿Hace falta irse de Mendoza para llegar a ser deportista de élite?
Si uno está convencido se puede. Obviamente desde el interior es un poco más complicado porque, aunque se ha abierto más, todo está centrado en Buenos Aires. En los seleccionados hay chicos de todo el país pero en Buenos Aires creo que competir y entrenarte con los mejores te ayuda a mejorar.
¿Alguna vez trabajaste de otra cosa?
Sí, hacía changas, nada fijo. Me acuerdo de laburar con el Gordo Chirino en eventos o casamientos y después con Ricky Videla que también hace eventos. Íbamos y hacíamos un poco de todo para ayudar.
¿Cómo te ves después del deporte?
Con una familia bien forjada, viniendo al club y disfrutando de estar acá, acompañando a mis hijos, y seguramente dando una mano en lo que pueda para ayudar al club.
Isgró recibió el Conejo de Plata, máxima distinción que entrega su club.
¿Un lindo recuerdo de cuando eras chico?
Muchas cosas, pero si hay algo que recuerdo es estar con mis amigos, que son los mismos de ahora y con los que cuento siempre para todo.
¿Qué significa representar al país?
Un montón de cosas. Es como que detrás de la camiseta argentina está el club, la familia, los amigos, mucho esfuerzo, perseverancia, resiliencia. Por eso pienso que para ponérsela tenés que tener la cabeza bien puesta y laburar mucho.
¿Representarías a otro país si se diera la posibilidad?
No lo pienso. Mi sueño, que ojalá algún día me toque, es jugar en Los Pumas y hoy disfruto mucho de estar en Los Pumas 7s.
¿Qué es lo mejor y lo peor de los viajes para un deportista?
Viajar tiene un montón de cosas buenas y otras no tanto. La mala es estar mucho tiempo lejos de la gente que uno quiere, pero tiene muchos más pros que contras. Conocés lugares, otras culturas, aprendés. Me tocó viajar bastante últimamente y es un aprendizaje constante.
Tras su paso por Los Pumitas, el rugbier mendocino se integró a Los Pumas 7s.
¿Qué lugar adonde hayas estado te llamó más la atención?
En cuanto al rugby, Nueva Zelanda y Sudáfrica, por cómo lo viven. Es como el fútbol acá, es tremendo lo fanáticos que son. Como lugar, para vivir o estar un tiempo, me gusta mucho Estados Unidos..
¿Quién es el mejor jugador contra el que jugaste?
Soy bastante malo para los nombres, pero jugué en el M20 contra jugadores que hoy están jugando para Francia o para Australia. Por ejemplo, Jordan Petaia. Y en el seven, en Fiji estaba Jerry Tuwai, que la rompe toda, y Napolioni Bolaca que estuvo nominado para mejor jugador de seven del año.
¿Quién es el mejor jugador con el que jugaste?
Uff, no sé si es porque comparto el día a día, pero creo que son mejores que los que tuve enfrente. En Los Pumitas me tocó jugar con Mateo Carreras, que hoy está en Los Pumas, y realmente es un fuera de serie. Y en el seven, de más está decir lo que ha hecho Marcos Moneta u otros como Gastón Revol que tiene 36 años y sigue tackleando y corriendo más que uno de 20.
¿Nombrame algún personaje que hayas conocido?
En los Juegos conocí a un montón de gente. Compartimos charlas con Facundo Campazzo, Luca Vildoza y otros de los chicos que ahora juegan en la NBA. También con el Peque Schwartzman. Conocerlos, charlar con ellos y generar un vínculo estuvo muy bueno.
Con 22 años, Rodrigo ya es parte de la rica historia del rugby mendocino.
¿Cómo te manejás con las redes sociales?
Hay que tenerles mucho respeto. Son importantes para comunicar o difundir muchas cosas y para mucha gente son una fuente de trabajo. Para nosotros es una buena manera de mostrar lo que hacemos, pero también hay cosas que te pueden jugar en contra. Desde mi lugar me cuido bastante, tampoco hago nada raro que no se pueda mostrar, pero soy consciente de que cualquier palabra mal puesta puede ser mal interpretada y perjudicarte.
¿Cómo te llevás con las críticas?
Soy bastante autocrítico y exigente conmigo mismo por eso trato de no escuchar mucho a los demás, solo a los entrenadores, a mis compañeros y a la gente que todo lo que me dice sé que es para mejor. Lo demás ni lo leo, ni le doy mucha bola.
¿Te reconocen en la calle?
Después de los Juegos, que hubo mucho revuelo, sentís que la gente te mira de otra manera, pero siempre trato de aferrarme a mi familia, mis amigos, mi novia y la gente con la que comparto el día a día. Bienvenidos sean los que tiran buenas vibras y los que no también.
¿Qué hiciste la primera vez que te dijeron que estabas convocado a un seleccionado?
Fue al seleccionado M18 de Mendoza, cuando yo tenía un año menos. Me acuerdo que soñaba con que me llamen para ir al Campeonato Argentino, el equipo ya estaba entrenando y un día me llamaron para convocarme. Me puse a llorar y le conté a mi vieja. Fue un momento que no me lo olvido más porque significó el primer paso de mi carrera para empezar a crecer.
¿En qué club te gustaría jugar profesionalmente al rugby de quince?
Veo mucho el Top 14 de Francia y me gustaría en el futuro poder jugar ahí, en cualquier equipo. Si tengo que elegir puede ser Toulon, Toulouse o Stade Francais.
Después de la medalla olímpica, Isgró tuvo que radicarse en Buenos Aires.
¿Cuál es la diferencia entre jugar con amigos y hacerlo a nivel profesional?
Depende cómo lo vivas. Siempre me propuse disfrutar y jugar para divertirme, sin importar que hoy sea mi laburo. Siempre lo vivo igual y tengo los mismos nervios, el mismo cosquilleo en la panza o eso de no poder dormir antes de un partido. Tiene un plus jugar con los amigos y en Los Pumas 7s ese plus es de responsabilidad, pero siempre trato de disfrutar y divertirme.
¿Cuál fue el día más lindo que viviste en el rugby?
Siempre se me vienen recuerdos en el club, con mis amigos, pero más cercano, creo que cuando ganamos la medalla de bronce en Tokio sentí como un gran alivio después de tanto esfuerzo.
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