Como explica Andrés Ridois, socio fundador de la bodega, “uno de nuestros grandes objetivos es forestar y disminuir la huella de carbono que dejan las botellas de vidrio de los vinos, razón por la cual la línea Sin Culpa estará íntegramente envasada en botellas reutilizadas, sin utilizar papel tampoco y utilizando solo una serigrafía sobre la botella”.
Con cada caja que vendan de vino Sin Culpa, además, desde la bodega asumieron el compromiso de plantar un árbol, con lo cual no solo reutilizarán los envases, sino que harán lo suyo para evitar el calentamiento global que genera la huella de carbono, el CO2.
Ridois entiende que “lo importante y el mayor desafío que tenemos los adultos para que vivan nuestros hijos y nuestros nietos es contribuir con el medioambiente. Debemos ser menos egoístas y pensar en los que vienen, las nuevas generaciones”.
De esta manera, Sin Culpa alienta al consumo responsable y consciente de vino, con botellas reutilizadas, sin papel y con insumos que no contaminan y plantando árboles, algo que el planeta necesita imperiosamente para empezar a sanar.
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