Las condiciones económicas y financieras actuales hacen que el ahorro sea muy difícil, pero cuando vemos la realidad inmobiliaria esto cambia. En los últimos 50 años, el ladrillo es una de las monedas más fuertes de Argentina, porque no solo no se devaluó, sino que creció.
Estadísticas indican que en los primeros meses de 2023 aumentó más del 150% la venta de unidades en pozo en relación al período enero-mayo del año anterior.
Ante la falta de créditos hipotecarios y financiamiento, comprar desde pozo es una gran oportunidad de resguardar ahorros o como inversión: actualmente comprar en pozo representa un ahorro de entre el 10% y 20% respecto al precio final de venta de una unidad a estrenar.
A la hora de realizar una compra en pozo es necesario considerar ciertos puntos clave para que la transacción no te defraude:
Investigar la desarrolladora. Si se va a comprar una propiedad en pozo, es importante conocer a fondo a la empresa desarrolladora que está a cargo del proyecto. ¿Quiénes son los titulares responsables de la obra? ¿Cuál es el historial de la empresa en términos de proyectos anteriores? Además, es recomendable visitar un edificio que la empresa haya finalizado para evaluar la calidad de construcción y los detalles de terminación.
Revisar terminaciones y materiales del contrato. Revisar detenidamente la calidad de los materiales y las terminaciones especificadas como pisos, mesadas y ventanas. Especial atención debe darse a los interiores de placard, ya que en muchos casos no se incluyen y terminan implicando un gasto adicional para el comprador. Solicitá información detallada sobre las marcas y los modelos de los elementos incluidos para asegurar calidad. En el caso de las griferías suele suceder que solo se especifica la marca, pero esta tiene diferentes modelos y no todos cuentan con el mismo estándar de calidad.
Calcular fecha de entrega. Otro aspecto relevante es la fecha de entrega de la unidad y los posibles retrasos en la obra. Es recomendable comparar los plazos proyectados de entrega con la experiencia previa de la empresa en obras anteriores. También se puede incluir en el contrato cláusulas de penalización por retrasos, para garantizar que el comprador sea compensado en caso de incumplimiento, ya sea de forma económica, o con mobiliario.
Contar con una estrategia financiera. Acordar pagos por avances de obra brinda al comprador la seguridad de pagar a medida que se van alcanzando hitos en la construcción. Esto permite tener mayor control sobre los pagos y evitar situaciones en las que se abone por tareas no realizadas o en caso de demoras excesivas en alguna etapa específica.
Solicitar certificados de inhibición. Esto es recomendable para asegurarse de que la propiedad no tiene restricciones legales y obtener la escritura de compra de la tierra, en caso de que la empresa la posea, para contar con un activo tangible frente a un colapso de la sociedad.
Sin dudas, estamos ante un contexto en el cual las ventas en pozo se vuelven atractivas tanto para inversión como ahorro. Lo más importante es estar informados para tomar las mejores decisiones para cada comprador.