El caso de Luján Agrícola es uno de los pocos que se contabilizan entre los que pudieron sortear los efectos negativos de la pandemia por coronavirus. Es que el aislamiento, derivado en un encierro en las casas, llevó a que muchos pudieran dedicarle tiempo a prácticas que siempre quedaban relegadas por uno u otro motivo, como la jardinería. Claro que, para poder capitalizar un crecimiento coyuntural hubo un trabajo de años en innovación, en proyectar nuevas estrategias de comercialización, en pensar formas de negocios con visión a mediano y largo plazo.
Aunque en cuestión de negocios hay muchos ejemplos “milagrosos”, en los que las modas, las situaciones especiales, o llenar nichos vacíos significan un salto exponencial; la realidad es que la mayoría de los emprendedores saben más de trabajo constante, inversiones y proyecciones, que de suerte. Por eso traemos el ejemplo de esta empresa familiar mendocina que pudo experimentar un crecimiento en tiempos de cuarentena, gracias a que el trabajo previo de la familia Merlo fue más allá y entendió que el desarrollo de software y estar presentes en el e-commerce era una inversión y no un gasto.
“Al principio de la cuarentena pensábamos que iba a ser un caos, y si bien nos afectó lo pudimos sobrellevar bastante bien”, explicó Daniel Merlo, uno de los propietarios, a InfoMendoza. “Cuando nos habilitaron a abrir pensábamos que íbamos a tener una facturación baja, pero tuvimos un buen movimiento, bastante parecido a lo normal”, agregó Daniel.
Cambio de hábitos en pandemia: la jardinería como cable a tierra
Además de elaborar pan casero, hacer clases de gimnasia con guías de YouTube, etc., mucha gente se volcó a la jardinería para pasar los días de encierro. Eso explica el crecimiento en la demanda de productos para jardinería doméstica que registró Luján Agrícola.
“Lo que más vendimos, y con un crecimiento de la demanda significativo, fueron insumos para jardinería, principalmente cortadoras de pasto, bordeadoras, la venta de semillas para huerta creció un 60%. Nosotros tenemos una especie de ferretería agrícola y también vendemos insumos agrícolas, pero para un uso más profesional. Sin embargo, lo que más vendimos fueron productos domésticos”, explicó Merlo.
“Si bien esta es naturalmente una época de bajas porque termina la venta de fertilizantes para la temporada agrícola, nosotros registramos un incremento en la demanda precisamente por la parte doméstica, que aumentó de manera exponencial. Lo que más vendimos fueron herramientas, palas, motosierras y muchos trajeron sus máquinas de cortar pasto para arreglar. El taller explotó en pedido de reparaciones”, graficó.
En este sentido, Daniel Merlo explicó que las ventas se incrementaron un 40%, pero a finales de abril volvieron a bajar, cuando se habilitó el trabajo a jardineros. “Ahí empezó a calmarse”, sostuvo.
Por otra parte, comentó respecto al incremento de ventas de elementos de protección personal, como guantes, antiparras, protectores faciales y barbijos, aunque de uso agrícola. Además, lamentó los “incrementos siderales” en los precios. “Hay mucha especulación, muchos fabricantes y distribuidores se han aprovechado de esta situación”, lanzó.
Resultados de pensar a futuro
El caso de esta empresa ubicada en Mosconi 627 de Luján de Cuyo, da cuentas de que pensar e invertir en e-commerce da buenos resultados. “Si bien tuvimos que hacer algunos ajustes en la logística de la empresa, no fue un cambio tan drástico ya que nosotros veníamos con la venta online”, explicó Merlo.
Además, contó que la venta online, a través de Mercado Libre y la página propia; y la demanda de entrega por delivery se incrementó un 300%. “Lo resolvimos nosotros, vimos que muchos amigos estaban afectados porque se quedaron sin empleo así que les ofrecimos hacer las entregas”, relató.
Sin embargo, la venta in situ no decayó, sino todo lo contrario. “Al no cerrar el negocio vino más gente de lo normal para la época, se dieron picos que no son habituales”, sostuvo Merlo y explicó cómo actúan para respetar las disposiciones del Gobierno: “Aplicamos los protocolos sanitarios y cambiamos el horario corrido. Dividimos al personal en dos turnos, regulamos la cantidad de gente que entra al local, marcamos las distancias y una persona coloca alcohol en gel a cada uno que entra”.
“Estamos viendo que van a ver cambios estructurales y estamos trabajando mucho en eso. Hemos acelerado el proyecto de comercio electrónico. Si bien veníamos trabajando en eso y en la logística, con esta situación lo estamos apurando. Creemos que mucha más gente va a seguir comprando de manera online”, evaluó Merlo.
Además, comentó que realizaron una inversión en un software de plataforma de ventas. “Por suerte hemos encontrado las respuestas en desarrolladores locales”, sostuvo.
“Si bien no pensamos que va a ser todo digital y va a bajar un poco cuando pase toda esta situación de la pandemia, mucha gente que antes no lo hacía se va a terminar volcando al e-commerce”.
Como contábamos al inicio, una buena historia en tiempos de cuarentena.