Y es que Agostino pone sobre la mesa una propuesta gastronómica donde se deja de lado los conocidos pasos que suelen encontrarse en las bodegas y decidieron brindar un menú para compartir y rememorar lo mejor de la cocina de nuestros abuelos y las raíces italianas de la familia Agostino de la mano de uno verdadero fan de la cocina argentina: Edward Holloway, el chef irlandés responsable de ese proyecto.
“El objetivo de nuestro restaurante es crear un espacio dedicado a la familia y a los amigos, donde se pueda disfrutar de una buena comida de forma descontracturada, acompañada de los mejores vinos”, promete Holloway.
Según indicó Irene Ouet -responsable de marketing de Agostino- el clima hogareño con una ambientación con mesas grandes y platos para compartir invita a mendocinos y turistas a contar con una opción de bodega más disruptiva durante este invierno.
Agostino, además, ostenta una gran variedad de uvas y varietales, logrando tener diversos estilos de vinos que acompañan perfectamente los platos de Edward en medio de un gran paisaje.
El restaurante abre todos los mediodías (excepto los miércoles) y allí se pueden degustar platos elaborados con ingredientes cultivados en la propia huerta y maridados con los vinos de la bodega.
Casa Agostino cuenta una historia de la que actualmente pueden disfrutar los mendocinos. Es que los cuatro hermanos: Vincenzo, Rosalía, Sebastián y Miguel Agostino, quienes vivieron su niñez en Mendoza y luego emigraron a Canadá, siempre mantuvieron la esperanza de regresar a la provincia. Por eso, la familia volvió a Mendoza con un ambicioso proyecto: construir una bodega y elaborar vinos de terroir. Así fue que en 2003 construyeron Agostino en Barrancas, Maipú.
Luego, idearon también una casona para descansar junto a la bodega que construyeron con su impronta y experiencia en el rubro inmobiliario, ya que los Agostino poseen una de las empresas constructoras más grandes de Canadá.
Hoy Casa Agostino es el primer proyecto hotelero que invita este invierno a sus huéspedes a vivir la experiencia como un bodeguero.