Además de la nueva ola del COVID-19 y el incremento de casos, preocupan las secuelas persistentes de la enfermedad que sufren un alto porcentaje de personas contagiadas.
“El síndrome ‘long COVID’ es aquel donde persisten los síntomas luego de la infección primaria que puede extenderse por semanas o, incluso, meses”, explica la doctora María Celia Daraio de Neuromed Argentina.
Las secuelas incluyen fatiga crónica, falta de aire al respirar, tos, dolor en las articulaciones, en el pecho y en la cabeza. Otros signos son latidos rápidos o fuertes del corazón, pérdida del olfato o del gusto, problemas de memoria, de concentración o para dormir; erupciones o pérdida del cabello.
Al consultarle por los motivos de estos síntomas persistentes, la especialista indica: “El virus ingresa por el sistema respiratorio pero puede infiltrarse en el sistema nervioso y causar daños en las células, reacciones inflamatorias en los órganos y en los tejidos.
Por eso es importante que una vez dados de alta, todos los pacientes que se hayan contagiado, realicen los chequeos correspondientes: control y tratamiento respiratorio, cardíaco, neurocognitivo, rehabilitación del olfato y del gusto y terapia física en los casos que sea necesario”.
En cuanto a las medidas de prevención ante la nueva ola que atravesamos advierte: “Durante este período en los que están creciendo los casos, recomendamos extremar las medidas de autocuidado, seguridad y prevención: vacunación y dosis de refuerzo, uso del barbijo, distanciamiento social, correcta higiene de manos y ventilación de los ambientes. Además, la alimentación equilibrada, la hidratación, la actividad física frecuente y el buen descanso son hábitos fundamentales para reforzar el sistema inmune”.