La empresa, fundada por Julián Tabanera en 1938, actualmente está en manos de la tercera y cuarta generaciones, y apuesta a llevar su identidad, su cultura empresarial y su modelo de atención a nuevos territorios. Al frente del negocio se encuentran Gustavo y Pablo, mientras que la hija de Gustavo, Giuliana, se ocupa de la gestión administrativa.
El espíritu de Tío Fénix: casi un siglo creciendo con pasión, trabajo y cercanía
En sus orígenes, el negocio comenzó como “Imprenta Fénix” en su tradicional local de calle Pellegrini 20 donde se confeccionaban libros, revistas y guías telefónicas. “Mi abuelo estaba al frente, y como anécdota, imprimimos la primera guía de San Rafael del año 1938, cuando el departamento tenía solo 70 mil habitantes”, cuenta Gustavo Tabanera.
La evolución pasó luego su padre -segunda generación de la familia- y la incorporación de nuevos rubros como librería y papelería escolar y comercial, lo cual abrió nuevas puertas. "En esa época teníamos la primera fotocopiadora, una duplicadora que hacía 60 copias por minuto y era toda una novedad en San Rafael, atrayendo mucha clientela”.
Actualmente Tío Fénix cuenta con cuatro locales propios, emplea a más de 30 personas y sigue firme en su propuesta de cercanía con el cliente, precios competitivos y una fuerte alianza con proveedores. “Además de nuestro local original tenemos una juguetería, una marroquinería y, por último, un amplio espacio de venta minorista y mayorista con más de 500m2 que se abrió en plena pandemia y fue un gran desafío”, explica Tabanera.
Hoy el negocio comercializa todas las marcas líderes de librería, papelería escolar y comercial, artística, mochilas y cuenta con una marca propia de útiles (fabricados en Buenos Aires) desarrollada a partir del icónico personaje que le da nombre a la empresa, y que incluso, saluda todas las noches a los niños desde la tele a la hora de irse a dormir.
Por otro lado, la firma cuenta con una tarjeta de fidelización que ofrece precios diferenciados al público y otorga premios a través de la suma de puntos. Como proyecto a futuro, se encuentran desarrollando una app para mejorar la experiencia de compra.
“Al mirar hacia atrás vemos el largo recorrido y lo logrado, todo se relaciona con la pasión y las ganas de trabajar, que es el espíritu que buscamos transmitir en cada generación. Trascender fronteras sería un orgullo, llevar a Tío Fénix a otros lugares para estar cerca de la gente”, expresa Tabanera.
Innovar sin perder el alma: el desafío de crecer manteniendo los valores
“Decidimos franquiciar porque queremos crecer, pero de forma ordenada y sin perder los valores que nos distinguen. La familia siempre va a estar involucrada, somos una empresa familiar con historia, pero con mirada de futuro”, explican desde Tío Fénix.
Por ello, y a través de la gestión de Suraci Franquicias, la librería ofrece un modelo de franquicia full (con hincapié en la venta minorista, pero también mayorista y corporativa), pensado para locales de gran extensión y con ubicaciones estratégicas. El plan de expasión tiene como prioridad el sur provincial, Valle de Uco y el Gran Mendoza como primera etapa. Y sumar socios comerciales en San Juan, San Luis y Neuquén.
Explica el empresario: “En principio pensamos en un negocio exprés para minoristas, pero el sistema permite que puedan acceder mayoristas también. Hoy por hoy tenemos 60 mil artículos y los franquiciados pueden empezar de a poco con lo básico, para luego ir creciendo en el tiempo, con muy buenos márgenes de rentabilidad”.
Y aclara: "Queremos expandir nuestro modelo comercial y social a otras ciudades de Mendoza y del país, pero paso a paso, para que la franquicia sea sustentable en el tiempo. Buscamos socios comprometidos y apasionados por el comercio y la venta, que se apoyen en los valores de Tío Fénix. Vamos a brindar el acompañamiento y asesoramiento necesario a lo largo de todo el proceso”.
Con 87 años de historia, Tío Fénix demuestra que la tradición y la innovación pueden convivir. Así, desde el corazón de San Rafael, lo que comenzó como un pequeño emprendimiento familiar hoy se proyecta como una marca nacional, guiada por el mismo espíritu que lo vio nacer hace casi un siglo.
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