“Venimos de una carrera profesional dentro del sector de la dermocosmética, y sabíamos que había marcas internacionales de primer nivel que aún no estaban presentes en Argentina y Uruguay. Vimos una oportunidad y decidimos jugarnos por completo”, recuerda Laura Santiso. Para dar ese salto, ambos tomaron una de las decisiones más difíciles: vender sus viviendas y reinvertir todo el capital en el nuevo proyecto. “No queríamos sumar socios ni perder libertad para hacer las cosas a nuestra manera. Esa decisión fue un antes y un después”, complementa Donati.
Un nombre con historia, una empresa con alma
El nombre de la compañía rinde homenaje a André Masy, un farmacéutico belga que fue su socio inicial y cuya figura encarna el espíritu innovador y emprendedor que aún guía a la empresa. “Nos gustó la idea de ponerle nombre y apellido a la marca, como muchas compañías europeas que admiramos, pero también porque representaba una visión inquieta, científica y con un gran olfato de negocios”, cuenta Santiso.
Modelo híbrido, diferencial humano
La empresa trabaja con un modelo de negocios híbrido que combina atención personalizada con herramientas digitales, participación en congresos científicos, gestión de redes sociales y acciones de relaciones públicas. Su diferencial está en la calidad del asesoramiento, la cercanía con los clientes y el respaldo científico de cada producto. Hoy su portafolio incluye medicina estética, cosmética profesional y suplementos dietarios, con soluciones para peeling, mesoterapia, fillers y tratamiento de melasma, entre otros.
Son representantes exclusivos en Argentina y Uruguay del Mesoestetic Pharma Group, laboratorio de origen español con presencia global. Además, desarrollaron su propia línea de suplementos, BIOestética, que integra la filosofía de belleza desde adentro.
Crecimiento sólido en un mercado desafiante
Desde sus inicios con apenas 10 productos, la empresa creció sostenidamente hasta alcanzar más de 80 referencias activas. En 2024, iniciaron operaciones en Uruguay, consolidando su presencia regional. En ese mismo año, implementaron una estrategia comercial más agresiva que les permitió crecer un 70% en unidades. “No fue suerte, fue una estrategia planificada. Supimos cuándo invertir en visibilidad, cuándo formar al médico, y cuándo apostar a volumen”, explica Donati.
La empresa también prepara el lanzamiento de una nueva representación internacional de altísimo impacto, aún confidencial, que promete ampliar su alcance de mercado en la región.
Tecnología, logística y transformación digital
Con oficinas en Buenos Aires y Montevideo, André Masy trabaja con operadores logísticos tercerizados y cobertura nacional en ambos países. La tecnología es central en su modelo de gestión: implementan un nuevo CRM, están desarrollando su plataforma de e-commerce y optimizan procesos para mantener altos estándares de servicio.
“La eficiencia en la distribución no es negociable en este rubro. Cada paso tiene que estar bajo control, desde el stock hasta la última entrega”, dice Santiso.
Liderazgo cercano, cultura con propósito
Uno de los aspectos más valorados dentro de André Masy es su cultura interna. Con capacitaciones quincenales, reuniones bimestrales de planificación y sesiones de coaching, la empresa fomenta un ambiente de desarrollo constante. “Nuestro estilo de liderazgo es horizontal. Escuchamos a todos y construimos desde el equipo”, explica Donati. Santiso agrega: “Queremos que nuestro equipo crezca con nosotros, no solo profesionalmente, también a nivel personal. Eso también es innovación”.
La responsabilidad social empresaria tiene un foco interno: cuidar al equipo, ofrecer beneficios diferenciales y generar un entorno laboral donde todos se sientan parte.
Futuro del sector y visión a largo plazo
En un mercado en crecimiento como el de la medicina estética, los desafíos no son pocos. “Vemos una expansión del sector, con más profesionales volcándose a la estética y también una mayor oferta de productos. Creemos que la diferenciación vendrá por la calidad y la formación profesional”, sostienen. A futuro, sus objetivos pasan por consolidar estructuras, expandir canales de venta directa y seguir innovando.
En palabras de Donati: “No vemos esto como una empresa más. Es un proyecto de vida. La única manera de construir algo duradero es con conocimiento, visión de largo plazo y pasión real por lo que hacés”.
A quienes hoy se plantean emprender en el rubro, Laura Santiso les deja un consejo: “Invertí primero en capacitarte. La intuición es importante, pero sin gestión no hay negocio que sobreviva”.
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