La revolución digital ha permeado en todos los sectores, y el bancario no es la excepción. Con un crecimiento exponencial en conectividad y la prevalencia de dispositivos móviles, la banca digital ha evolucionado hasta convertirse en un pilar esencial para la sociedad actual. De acuerdo con las investigaciones recientes de Comscore, en Argentina, el 68% de los accesos a servicios bancarios se efectúan desde móviles. Esto subraya una tendencia clara: las operaciones bancarias ahora son más fluidas, realizándose según las preferencias del cliente.
Más allá de la simple comodidad, la digitalización bancaria responde a las exigencias cambiantes de la sociedad. Ante la inminente integración aún más profunda de la banca en la cotidianidad, la inteligencia artificial emerge como un catalizador clave en esta transición. El auténtico reto para las entidades bancarias radica en prever y satisfacer las demandas de los usuarios, optimizando su experiencia digital.
Las generaciones digitales demandan conectividad constante. La banca, alineada con esta realidad, se esfuerza en adaptarse según su madurez tecnológica y recursos disponibles.
Para mantenerse a la vanguardia, es esencial:
Banca Digital como Prioridad: En América Latina, la digitalización avanza a pasos agigantados. Adaptar los servicios bancarios al mundo digital ya no es un lujo, sino un imperativo.
Enfoque Centrado en el Cliente: La analítica avanzada permite a los bancos decodificar patrones de comportamiento, tomando decisiones más informadas. Según Forrester Consulting, el 72% de las empresas han incrementado la prioridad del “customer centricity” desde el 2019.
Alianzas Estratégicas: Las colaboraciones con fintechs ofrecen oportunidades de modernización y crecimiento. Un ejemplo notorio es una tienda de retail internacional, que potenció su vertiente financiera al abrazar la innovación tecnológica, logrando un crecimiento del 54% en la venta de créditos al consumo en forma digital, de acuerdo con Falabella.
Innovación Continua: Es recomendable invertir en herramientas digitales que inyecten flexibilidad a los servicios bancarios y permitan respuestas en tiempo real a demandas de clientes.
Migración a la Nube: Soluciones cloud posibilitan una integración ágil de servicios y productos, maximizando la eficiencia y minimizando costos.
Seguridad y Conformidad: Proteger la data del cliente es vital, así como estar alineado con regulaciones gubernamentales sobre banca digital.
Estas directrices no son solo recomendaciones, sino requisitos para que las entidades bancarias se reinventen como bancos personalizables, acordes al estilo de vida contemporáneo.
Con la aparición de plataformas de software para banca digital y sistemas core banking de nueva generación, el sector tiene la oportunidad no solo de mantener su relevancia, sino de establecer una ventaja competitiva sostenible en el horizonte.
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