El avance de la tecnología camina por encima de la humanidad. Pensar en sistemas financieros virtuales no parecía posible hace unos años, sin embargo todo se traslada al mundo nube.
Según los referentes del movimiento financiero y bancario del mundo, el 2024 promete ser un año histórico para la banca y las finanzas. Se estiman cambios y transformaciones significativos movilizados por la inteligencia artificial que revolucionará desde el servicio al cliente hasta la remodelación de las herramientas de gestión financiera y la racionalización de las operaciones administrativas.
Avances que permitirían aprovechar eficazmente el sistema financiero y , tienen el potencial de ofrecer soluciones más eficientes, innovadoras y rentables en banca, inversión y seguros. La contracara yace en los desafíos que deben abordarse para garantizar que estos cambios se apliquen de forma segura y ética.
Se le llama tecnología financiera a la herramienta tecnológica que da a los consumidores la posibilidad de gestionar, gastar e invertir su dinero. En este formato la tecnología cumple un rol prioritario pero tambien la ecología, la conectividad, el blockchain y la inteligencia artificial.
Así se acuñó el término “Inteligencia artificial generativa” en el sector de las finanzas que apunta a los chatbots, en los que los clientes se van a comunicar cada vez más con las aplicaciones bancarias y los servicios monetarios online. Como consecuencia surgen innovaciones como la planificación financiera personalizada y las estrategias de inversión a medida basadas en los perfiles de los clientes y sus datos de comportamiento, todo ello gracias a modelos generativos como los que impulsan ChatGPT.
Además el sistema financiero apunta a la sostenibilidad, esto significa apoyar la inversión en iniciativas ecológicas como las energías renovables, el reciclaje y la reducción de la huella de carbono. Están apareciendo productos financieros sostenibles que permiten a los clientes asegurarse de que su dinero no se utiliza para causar daños al medio ambiente o a la sociedad mientras acumula intereses en la caja fuerte de un banco.
Las monedas digitales y las criptomonedas vuelven con fuerza al radar de los servicios financieros en 2024. Según los informes, más de 130 países están investigando el uso o la adopción de monedas digitales de bancos centrales (CBDC, por sus siglas en inglés), mientras que la recuperación de Bitcoin tras su caída en 2021 está atrayendo un renovado interés por parte de innovadores e inversores.
Los bancos dan prueba de la virtualidad con estructuras que trabajan solo para brindar cercanía virtual con el consumidor y dejan de actuar en función de la presencialidad. Banco Santander migra el 90% de su infraestructura tecnológica a la nube. La digitalización implementada a nivel global a partir de una plataforma desarrollada por la compañía permite reducir el 70% de consumo de energía IT y aplicar mejoras sin afectar el servicio, entre otros beneficios.
Tu opinión enriquece este artículo: