Hace unas semanas una colega comentaba en una red de profesionales su experiencia con un Anti líder, asombrada de encontrar tantas características en una sola persona que incluso llegó a maltratarla.
No pude evitar empatizar con la situación pero al mismo tiempo reflexionar a nivel general.
Cuántas veces hemos escuchado que los empleados no renuncian a sus trabajos sino que lo hacen por sus jefes o “líderes”, bueno esto realmente existe y puede ser realmente dañino para la Organización.
El factor dañino puede ser este Anti líder, quien Andrés Hatum describe en su obra sobre el liderazgo, manifestando las características y el impacto perjudicial de este tipo de figura en las empresas.
Características del Anti líder:
Autoritarismo encubierto: A diferencia de un líder, que inspira y guía, el anti líder impone su autoridad de manera arbitraria y sin fundamentos sólidos. Su estilo de gestión se caracteriza por el control excesivo y la falta de apertura al diálogo.
Falta de visión compartida: Mientras que un líder visionario busca alinear a todo el equipo hacia metas claras y compartidas, el anti líder carece de esta visión. Su falta de dirección estratégica deja al equipo sin un rumbo claro, generando confusión y desmotivación.
Desconfianza y microgestión: El anti líder se muestra desconfiado hacia su equipo y tiende a micromanagear cada aspecto del trabajo. Esta actitud limita la autonomía de los empleados, inhibiendo la creatividad y la innovación.
Falta de empatía: A diferencia de un líder empático y compasivo, el anti líder muestra poco interés por las necesidades y preocupaciones de su equipo. Esta falta de empatía puede generar un ambiente laboral tóxico, afectando la moral y el rendimiento de los empleados.
Impacto en el Negocio:
Según una encuesta realizada por Bumeran, El 52% de los argentinos pensó en renunciar a un trabajo por la mala relación que tienen o tenían con su jefe o jefa”, en tanto también arrojó que el 80% de los trabajadores cree que no siempre los jefes son los mejores líderes. Estos datos se traducen en las siguientes consecuencias.
Desmotivación y rotación de personal: La presencia de un anti líder puede conducir a una disminución significativa en la moral y la motivación de los empleados. La falta de reconocimiento y apoyo por parte del líder puede llevar a una alta rotación de personal, aumentando los costos de reclutamiento y entrenamiento.
Estancamiento y falta de innovación: La ausencia de una visión clara y el control excesivo del anti líder pueden inhibir la creatividad y la innovación dentro de la organización. Esto puede llevar a un estancamiento en el desarrollo de nuevos productos o servicios, poniendo en riesgo la competitividad de la empresa en el mercado.
Baja productividad y resultados insatisfactorios: La falta de confianza y autonomía bajo el liderazgo del anti líder puede resultar en una baja productividad y en la entrega de resultados insatisfactorios. La falta de dirección estratégica y la microgestión pueden obstaculizar la capacidad de los empleados para cumplir con sus objetivos de manera efectiva.
En resumen, una Organización no solo debe valorar las habilidades y conocimientos técnicos de una persona para ocupar posiciones tan importantes sino también considerar las habilidades humanas esenciales para un desempeño saludable. Caso contrario, estarían poniendo en peligro el sostenimiento de la misma.
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