La minería de Cuyo suma un nuevo impulso con la aprobación de la séptima actualización del Informe de Impacto Ambiental (DIA) del yacimiento Gualcamayo, operado por Minas Argentinas S.A., perteneciente al Aisa Group. El visto bueno del Ministerio de Minería de San Juan no sólo ratifica el cumplimiento ambiental del proyecto, sino que abre el camino a una nueva etapa productiva a través del Proyecto Carbonatos Profundos (DCP), que promete extender la vida útil de la mina por al menos 20 años más.
El proceso, que demandó seis meses de gestión conforme al nuevo Decreto 7-2024, consolida a San Juan como la provincia más dinámica del país en materia de minería metalífera. Pero su impacto trasciende las fronteras provinciales: la reactivación de Gualcamayo representa una oportunidad concreta para toda la región de Cuyo, incluyendo a Mendoza, donde la cadena de proveedores mineros, logísticos y de servicios ya comienza a ver nuevas oportunidades.
Un nuevo ciclo productivo con mirada sustentable
La aprobación de esta actualización ambiental incluye también las modificaciones pendientes de las versiones quinta y sexta del informe, garantizando la continuidad de operaciones y el inicio de los permisos para la futura explotación del Proyecto Carbonatos Profundos. Este emprendimiento, actualmente en etapa de factibilidad técnica y económica, busca aprovechar recursos a mayor profundidad, con una proyección de vida útil extendida y nuevas inversiones en infraestructura, empleo y tecnología.
Según fuentes del sector, la continuidad de Gualcamayo implicará mayor demanda de insumos, transporte, mantenimiento y servicios especializados, rubros en los que empresas mendocinas han tenido creciente participación. Desde cámaras empresariales y universidades regionales destacan que “esta nueva etapa puede favorecer la diversificación económica de Cuyo, promoviendo el desarrollo de proveedores locales y la creación de empleo calificado”.
Impacto regional y sinergias con Mendoza
Si bien San Juan concentra el núcleo operativo del proyecto, Mendoza se posiciona como socio estratégico por su infraestructura logística, servicios industriales y experiencia en gestión ambiental. La cercanía entre ambas provincias y la complementación entre minería, energía y transporte abre la puerta a un corredor cuyano de desarrollo productivo, capaz de dinamizar inversiones y mejorar la competitividad regional.
La continuidad de proyectos mineros como Gualcamayo también reaviva el debate mendocino sobre la necesidad de repensar el marco normativo para la minería sustentable, que permita aprovechar los recursos con control ambiental y transparencia. En este sentido, la experiencia sanjuanina se observa con atención como ejemplo de equilibrio entre producción, desarrollo y protección del entorno.
Con la DIA aprobada y el Proyecto Carbonatos Profundos en marcha, Minas Argentinas inicia un nuevo capítulo que refuerza el rol de San Juan como motor minero nacional y proyecta beneficios hacia toda la región cuyana. Para Mendoza y su entramado empresarial, el desafío será capitalizar las oportunidades indirectas que genera la minería moderna: innovación, empleo calificado y servicios de alto valor agregado.
La minería de Cuyo entra así en una nueva etapa: más tecnológica, más regulada y con un horizonte de largo plazo que puede convertirse en un motor de desarrollo regional sostenible.
La séptima actualización del Informe de Impacto Ambiental fue presentado y aprobado siguiendo la nueva normativa aprobada por el Ministerio de Minería Decreto 7-2024, por lo que todo el proceso tomó 6 meses de gestión, tal cual establece la norma. Esta aprobación incluye, también, las actualizaciones quinta y sexta, presentadas oportunamente por Minas Argentinas a la autoridad de aplicación.
El aspecto más significativo de esta aprobación tiene que ver con la inclusión de labores que serán necesarias realizar para el Proyecto Carbonatos Profundos (DCP). Este emprendimiento, que está en este momento avanzando en sus ingenierías y factibilidad técnica y económica, le dará vida productiva a Gualcamayo durante, al menos, otros 20 años.
La autorización original para que Gualcamayo comience a operar fue otorgada mediante la aprobación de su Declaración de Impacto Ambiental, ocurrida en el año 2007. Tal como indica la normativa, de manera bianual se fueron presentado las respectivas actualizaciones, que incluían las labores realizadas y lo proyectado para la siguiente etapa del yacimiento.
En esta séptima actualización, Minas Argentinas ya comenzó a incluir aspectos que tienen que ver con la nueva mina y las nuevas labores que deberán realizarse para ello.
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