Los efectos del confinamiento por el coronavirus en Cuyo ¿nos acercamos a una crisis como la del 2001?

(Por Cecilia Zabala) Se conoció un informe del Instituto de Estudios Económicos sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral) sobre la realidad en Cuyo, donde definen que “el perjuicio de la pandemia y su consecuente cuarentena es alto”. 
 

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Los efectos de la pandemia del coronavirus y el confinamiento dispuesto por los gobiernos nacional y provincial en Mendoza y en la región Cuyo son difíciles de dimensionar por el momento, pero hay quienes ya la comparan con la crisis del 2001: caída de actividad, cierre de negocios, desaparición de pequeñas y medianas empresas ¿Cuáles son los sectores más afectados? ¿Qué ocurrirá si se extiende el confinamiento? ¿Por qué Mendoza aparece entre las provincias con mayor susceptibilidad? 

Especialistas responden estas preguntas en un informe y se basan en indicadores que muestran la complejidad de la situación económica a la que nos enfrentamos, echando por tierra rápidamente las esperanzas de cerrar un 2020 con equilibrio fiscal, o alguna tasa de crecimiento, por mínima que fuera.
 


Según el último informe del Instituto de Estudios Económicos sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral) de la Fundación Mediterránea sobre la realidad en Cuyo, “el perjuicio de la pandemia y su consecuente cuarentena es alto”. 

Este panorama se basa en el análisis del primer mes y medio de cuarentena. Pero advierten “un temor” por lo que pudiese ocurrir en materia económica si se ampliase en el tiempo. “Es comprensible la preocupación de las autoridades públicas para evitar que la pandemia se extendiese, pero mientras tanto, el impacto económico es muy fuerte”, destaca el informe a cargo de los economistas Jorge Day y Fernando Reyes.

“Existe una amenaza (y ya hay casos) de cierres de negocios. Aunque no se cuenta con datos de experiencias similares anteriores, para tener una idea de la magnitud de cierre de negocios en un periodo muy recesivo, se puede tomar como referencia lo acontecido durante la crisis 2001/2002”, sostiene.

Además, señala que “en ese periodo, hubo una caída neta de 1.600 empresas, el 9% del total”. “Las mayores caídas se dieron en comercios minoristas (donde abundan las pymes), y en porcentaje de cada sector, la mayor disminución se dio en la construcción (desapareció el 26%). Los sectores que contaban con empresas con mayor espalda financiera tuvieron menos deserciones (servicios públicos, seguros, bancos), a pesar de las fuertes complicaciones para algunos de ellos que tuvieron durante esos tiempos”, indica el informe de coyuntura Filial Cuyo.

Los rubros más afectados 
El estudio destaca que las complicaciones como efecto de la cuarentena en los negocios se dan en dos sentidos: por un lado, vende menos y debe enfrentar costos, algunos de los cuales son inevitables. “Mientras menos vende y mayores sean los costos inevitables, más vulnerable se hallará la empresa, enfrentando no sólo un problema de rentabilidad, sino también financiero”, destaca la publicación. 

El informe del Ieral se basa sobre estimaciones de datos concretos que muestra la realidad. “Como la cuarentena es reciente, no se dispone de muchos datos, pero hay algunos que resultan ilustrativos. Por un lado, está el consumo energético (a nivel nacional) por grandes industrias y otros grandes consumidores. Los datos son los esperados: cae menos la industria de alimentos, y más en otros rubros del sector (automotriz, textil). También es fuerte la caída en la industria vinculada a la construcción. Sorprende la leve disminución de consumo energético en la extracción de petróleo, siendo uno de los más sectores más afectados últimamente debido a sus bajísimos precios internacionales”.

En cuanto al comercio, destaca que “presenta una caída de consumo cercano al 50%”. Para diferenciar los distintos rubros del sector, se recurrió a la evolución de la facturación, neta de inflación. Sin embargo, este dato está basado en la recaudación de impuestos, por lo que ese registro de menores ventas puede estar sobre-estimado, si ha habido morosidad en el pago de los respectivos gravámenes.

En este aspecto, el informe señala que la menor caída se produjo en el rubro alimentos, aunque no ofrece datos respecto a sectores que desde las diversas cámaras vienen advirtiendo una situación crítica, como indumentaria, línea blanca y automotores, “que posiblemente sea muy fuerte su caída en ventas”, destaca el informe de coyuntura.

Como respaldo a la estimación, sostiene la fuerte caída de consumo energético en los rubros que no se dedican a los alimentos, desde el sector industrial.

Tomando datos nacionales, y “comparando las facturaciones con una situación normal, las caídas son muy fuertes, que van entre un rango de 15% al 70%. Y son datos promedios. Si se considera la mediana, las caídas son aún mayores, señal de que las pymes se han visto más afectadas durante esta cuarentena”, agrega.

Y señala entre las actividades más afectadas las asociadas al turismo (hoteles, restaurantes), esparcimientos (cines, servicios culturales), industria y comercio (en ambos casos, peor cuando no se trata de alimentos) y transporte. Tomando estos sectores, el Ieral estima el peso de esos sectores en las estructuras productivas de las distintas provincias argentinas. Mientras mayor sea ese peso, más vulnerable será la provincia debido a la cuarentena. 

En tanto, si se tiene en cuenta la vulnerabilidad económica de las provincias agregando el sector petrolero, Mendoza aparece entre las provincias más vulnerables, luego de las patagónicas. En tanto, si no se tiene en cuenta este sector, Mendoza no aparece entre las jurisdicciones de mayor vulnerabilidad.

Gastos inevitables
Ante las menores ventas, los negocios pasan a ser muy cuidadosos con sus gastos. Sin embargo, hay gastos fijos inevitables. Y teniendo en cuenta solo los laborales como costos inevitables, se destacan entre los sectores que mayores gastos tienen como porcentaje de su costo operativo total el agro debido al bajo grado de tecnificación, la enseñanza y la administración pública. En cambio, entre los que tienen menor costo laboral están los sectores intensivos en capital, como petróleo y los servicios públicos (electricidad, gas y agua).

Perspectivas y una conclusión
La dificultad de los especialistas en materia económica para hacer proyecciones de lo que puede pasar radica en que “no se cuenta con datos de situaciones similares” por eso desde el Ieral se tomaron otras referencias, para mostrar el dinamismo en algunos sectores. Por un lado, señalan el caso China. Fue la primera en enfrentar la pandemia y la primera en ir saliendo. Acorde a los primeros datos disponibles, se muestra una fuerte caída en rubros vinculados al turismo (vuelos, hotelería), y una recuperación lenta posteriormente. En cambio, la caída fue menor en la actividad portuaria (asociada al comercio exterior), y ya se ha recuperado a los niveles pre-pandemia. Esos son datos mensuales. 

Además, toman la experiencia de la crisis 2001/2002, utilizando datos anuales. “La recuperación fue bastante fuerte. En general, aquellos que experimentaron una fuerte caída, luego se recuperaron a gran ritmo. Ídem con los que tuvieron bajas tasas de cierres de negocios. Las excepciones se dieron en hotelería y petróleo, que pudieron aprovechar mejor el alto valor del dólar”.

Como conclusión, añaden que “el coronavirus ha hecho estragos en la mayoría de los países, tanto desarrollados como emergentes. E internamente, la situación será diferente con el dólar. Debido a la fuerte emisión monetaria, es probable que se utilice el dólar oficial para controlar la inflación. Es decir, que ese dólar oficial se irá rezagando con respecto a la inflación. Además, se espera una brecha mayor con el dólar paralelo (blue), desalentando la actividad exportadora”.
 

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