La bodega MAAL ubicada en Las Compuertas, fue construida hace apenas dos años y en tan poco tiempo alcanzó importantes logros. Su filosofia y su construcción se basan en la sustentabilidad por lo que ofrecen una propuesta diferente, innovadora y totalmente disruptiva. Con la Cordillera de los Andes de fondo y un mar de viñedos históricos a su alrededor, la bodega MAAL se camufla con su entorno. Una arquitectura moderna y limpia, pero sostenida íntegramente en el uso de materiales reciclados, refleja claramente la intención de la bodega de mostrarse diferente. Los Best Of Wine Tourism 2023, la gala internacional que premia al turismo del vino, le otorgó a Maal Wines, la medalla de bronce en la categoría Arquitectura y Paisajes.
Para la construcción de MAAL se utilizaron 20 contenedores, cientos de cañerías de tubbing y varillas de perforación, maderas y chapas viejas y varias toneladas de chatarra de descarte. Nunca una bodega se había animado a reciclar tanto. A nivel productivo, sin embargo, la bodega cuenta con toda la tecnología necesaria para la elaboración de vinos tintos de la más alta calidad. La fermentación y guarda se realiza en pequeñas piletas de hormigón con capacidad de entre 50 y 200 hectólitros tanques de acero inoxidable y barricas de 225 y 500 litros. Se elaboran aproximadamente 200.000 mil botellas por año, utilizando exclusivamente uva de viñedos propios o rigurosamente controlados.
Desde su primera cosecha en el 2010, MAAL se mantiene firme en el compromiso de elaborar exclusivamente vinos Malbec, buscando hacer sólo con esta variedad la mayor cantidad posible de estilos y perfiles. Este proyecto, nacido de la pasión por el vino y la amistad entre sus fundadores Matías Fraga y Alfredo Merlo, vende hoy sus productos en todas las provincias de Argentina y exporta a más de 10 países.
“Compré una finca abandonada en Vistaflores y con mi socio Alfredo iniciamos haciendo un par de barricas para evaluar que tan buena era la uva y así arrancó todo un poco de casualidad. Hicimos 6 barricas sin pensar que se transformaría en un negocio” explica Matias Fraga y completa el relato: “Los probó un importador de EEUU, le gusto, nos pidió más y nos entusiasmamos. Así alquilamos una bodega, después una más grande y se nos dio la posibilidad de comprar esta finca en Las Compuertas y empezamos a pensar en la bodega que queríamos. Pensamos en decir algo, en dar un mensaje. No solo hacer una bodega. Queríamos contar que se pueden hacer un montón de cosas usando lo que hay, utilizando cosas recicladas, no generando nueva contaminación, sino recuperando”
Para MAAL, la importancia de reciclar es de darle vida a elementos que la gente considera obsoletos simplemente porque ya cumplieron la función para la que fueron concebidos. Esto motivó a diseñar y construir la bodega reutilizando la mayor cantidad posible de material de descarte, intentando que el conjunto de esos materiales resulte estético, funcional y con identidad propia. Ninguna bodega antes había reciclado tanta chatarra para su construcción.
La idea inicial fue construir la bodega generando la menor huella de carbono posible. Para esto se inició el proyecto pensando en que elementos reciclados se podían conseguir en cantidad suficiente para cubrir una superficie grande. Antes de comenzar la obra recorrieron varios lugares comprando todo tipo de elementos, caños y hierros, maderas, viejos muebles del correo argentino, el antiguo cielorraso de aluminio del hotel Aconcagua y muchas cosas más.
Con todo estos elementos montaron una gran chacarita dentro del terreno de la que se iba alimentando la obra a medida que avanzaba.
Enoturismo fuera de caja
Desde el momento en que MAAL inició la construcción de su bodega, optó por un diseño y una distribución para hacer de la hospitalidad una parte fundamental del proyecto. Los visitantes llegan a un lugar que claramente contrasta con la típica bodega y los espera un recorrido que no sólo los pasea por la finca y la bodega, sino que además les cuenta de la importancia y el desafío de construir con chatarra y de la historia de los diferentes materiales que le fueron dando forma a la estructura. La visita termina en la Sala de Degustación de MAAL, dónde con una vista imponente a la Cordillera de los Andes se degusta una completa selección de diferentes estilos de Malbec.
“La bodega apunta a ser una casa de amigos, un espacio donde pasarla bien. Tiene mesa de pool, bar, hay siempre música. Está abierta de lunes a sábado hay recorridos degustaciones y un tour virtual donde cada persona puede venir a recorrer la bodega y captar con el que videos explicativos sin la necesidad de que haya un guía” comenta Fraga.
Para quienes buscan una experiencia aún más completa la bodega ofrece sus MAALas Experiencias Gastronómicas, con varias alternativas de menú en bodega y actividades; y sus MAALas Aventuras, que combinan vinos, gastronomía y cabalgatas o trekking.
MAALas Experiencias gastronómicas:
Almuerzo con vista al Maal: luego de alguna de las visitas con degustación, se ofrece un almuerzo en la Cantina (al aire libre), acompañado de la vista increíble que regala Las Compuertas.
Autoasado Maal: Para quienes disfrutan haciendo su propio asado pueden elegir esta opción: en el Quincho MAAL, el encargado de finca recibe a los comensales con el fuego prendido, la mesa puesta y todo lo necesario para disfrutar de un típico asado hecho y servido por los propios visitantes.
Al horno Maal: Una clase magistral de cocina de campo y uso del horno de barro ofrecida por el chef de la casa en el Quincho MAAL. Para aprender a prender y caldear el horno, armar empanadas, hacer verduras al rescoldo y carne a la masa.
Cata con picada Maal: ideal para los visitantes que quieren una experiencia totalmente personal y exclusiva. Se trata de una degustación de los mejores vinos guiada por el enólogo. Junto con la degustación y la charla, una completísima picada de quesos y fiambres.
MAALas Aventuras:
Cabalgata Maal: el programa arranca temprano en MAAL con un recorrido por la finca y la bodega y una breve degustación. Antes del mediodía, el gaucho acompaña a los visitantes en una increíble cabalgata por la precordillera de Los Andes hasta llegar a la poco conocida Quebrada del Cajón de las Minas. El programa termina con un almuerzo rústico acompañado con Maalbec del bueno.
Trekking Maal: un día completo de aventura junto a Matías Fraga, propietario de MAAL, quien recibe a los visitantes en la bodega para luego guiarlos en un trekking por alguno de los cerros de la zona de Las Compuertas y Blanco Encalada.
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