El Honorable Concejo Deliberante de la Ciudad resolvió actualizar los procedimientos de evaluación que manejaba la Municipalidad frente al impacto ambiental. Fue a través de la ordenanza Nº4090, donde incorpora aspectos de estrategias de mitigación y adaptación al cambio climático, evaluación ambiental estratégica, ordenamiento territorial, derechos al acceso de la información, participación y justicia ambiental (Acuerdo de Escazú), entre otras.
El documento previo databa de 1999, por lo que frente a nuevos criterios, principios y modos de proceder en la evaluación de impacto ambiental mundial decidió tomar cartas en el asunto y legislar actualizaciones. Las mismas plantean un enfoque integrado de gestión que busca potenciar el cuidado del ambiente y consolidar un modelo de Ciudad inclusiva, sostenible y resiliente frente al cambio climático.
La importancia de esta ordenanza radica en el cambio de procedimiento con el que la Ciudad identificará, interpretará y prevendrá las consecuencias o efectos que distintas acciones o proyectos públicos o privados puedan causar al equilibrio ecológico, al mantenimiento de la calidad de vida y a la preservación de los recursos naturales existentes en la Provincia.
De esta forma, la Municipalidad continuará hacia la meta de lograr una gestión climática de balance positivo traducida en mayor absorción y reducción de gases de efecto invernadero para 2030.
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