El mundo de estos vehículos modernos está en pleno proceso de crecimiento en Argentina, pero aún le falta mucho para ser competitivo con otros modelos. Si bien ya existen marcas circulando, es una opción que no marca tendencia en Mendoza, y se espera que repunte con la importación sin aranceles de nuevos vehículos de ese tipo (también híbridos) desde China, propuesta lanzada por el gobierno de Milei.
Pese a esta iniciativa, hay factores que influyen en el rubro. Por un lado, una cuestión cultural, ya que todavía se prefieren los autos tradicionales con combustible, y además su alto costo, aspectos que marcan una falta de interés de los usuarios y de los dueños de las estaciones de servicio.
Mendoza tiene solo 14 puntos de carga (cinco son de YPF), y pocos son los dueños que por ahora quieren invertir 50 mil dólares para instalar una “isla” destinada a la carga eléctrica.
“Por ahora hay poco interés en general. El tema es más profundo, requiere de un estudio y un plan de movilidad urbana desde el sector público y privado. Los vehículos eléctricos son utilizados en ciudades grandes, por lo que necesita de una planificación urbana del transporte, dentro de la ciudad y hacia la periferia. También de estacionamientos en la misma ciudad y alrededores, combinaciones de transportes, entre otros factores”, comentó Octavio Garrigós, gerente General de AMENA (Asociación Mendocina de Expendedores de Nafta y Afines).
Para alentar el crecimiento del sector el gobierno puso en marcha la importación de unos 50 mil vehículos eléctricos sin el arancel del 35%, que llegarán al país a partir de julio. Se calcula que los precios rondarán entre 30 mil y 40 mil dólares (son modelos de alta gama y gran tecnología).
Se estima que los modelos que llegarán serán de Ford, Chevrolet, Fiat y Renault, entre otras marcas.
Y una buena noticia es el desembarco de los eléctricos de China Volt y MG. Además, se suman Changan traerá el CS44 Plus Plug-in (híbrido enchufable) JAC con dos modelos, entre otros.
Un escollo del gobierno de Fernández
La norma que limitaba la instalación de carga eléctrica en las estaciones de servicio fue eliminada por el Gobierno y de esta manera facilitó la llegada de proveedores en el rubro. La normativa que se dejó sin efecto fue la Resolución 817/2023 que se emitió durante el gobierno de Alberto Fernández.
Según una publicación de Surtidores.com, el crecimiento del sector de estaciones con carga eléctrica se concentra en rutas troncales que conectan grandes ciudades, como Buenos Aires, Rosario, Córdoba y la Costa Atlántica.
Los especialistas insisten en que “es indispensable tener visión del contexto regional, ya que países vecinos como Chile y Uruguay ya cuentan con grandes flotas eléctricas en circulación, y Argentina deberá tener infraestructura que también les permita operar en tránsito internacional”.
Una de las ventajas que resaltan en el informe de Surtidores, es la mayor cantidad de tiempo que permanece el usuario eléctrico en la estación, requiriendo más servicios y consumo, algo que ayuda a potenciar las tiendas de conveniencia, la conectividad, y servicios asociados como carga digital, o gastronomía.