Después de más de tres meses de aislamiento social, preventivo y obligatorio el Consejo Federal de Educación estableció un protocolo para el retorno a las escuelas. Barbijo, distanciamiento social y la combinación entre clases presenciales y virtuales será la nueva modalidad que se implementará en los colegios en un futuro no muy lejano (ya se confirmaron nueve provincias). ¿Qué implica la vuelta a clases? ¿Con qué alumnos, padres y docentes se encontrará el sistema educativo? ¿Cómo deben prepararse los niños para el regreso?
Sin dudas, la escuela a la que retornarán los chicos será diferente a aquella que dejaron a principios de marzo. “Por un lado están las medidas que resguardan las condiciones de seguridad y sanidad, que representan transformaciones estructurales mayores para los establecimientos y, por otro lado, serán necesarias adecuaciones pedagógicas con alcance en los contenidos, pero también metodológicas que involucran a las formas de aprender. Es por ello que el retorno a las clases presenciales presenta desafíos muy significativos tanto para el sistema educativo, como para los docentes”, plantea María Fernanda Díaz, líder del área pedagógica de Colegium (empresa líder en digitalización escolar).
Atrás quedaron los abrazos, los juegos de manos y las clases multitudinarias. El distanciamiento social, que ya se viene implementando desde marzo en todo el país, ahora se traslada a las escuelas y plantea desafíos estructurales para las instituciones, que deberán proveer las condiciones edilicias y de sanidad adecuadas, así como también para los docentes que tendrán la tarea de formar a los alumnos en esta nueva realidad. “Teniendo en cuenta que además de educar, la escuela es un factor fundamental para la socialización de los niños y las niñas, la vuelta a clases en un contexto de pandemia implica la reconfiguración de ciertos hábitos y también la búsqueda de nuevas formas de socialización que se adapten a la coyuntura actual”, remarca María Fernanda Díaz.
Otro aspecto novedoso y fundamental es la tecnología que en este regreso escalonado será un complemento para el aprendizaje de los chicos. Plataformas de gestión educativa, aulas virtuales y videollamadas son algunas de las herramientas que se incorporarán. Si bien muchas instituciones ya vienen implementado esta modalidad desde el comienzo de la cuarentena, algunas todavía no pudieron acomodarse del todo a la virtualidad, mientras que otras se encuentran en pleno proceso de adaptación.
“Debemos tener en cuenta que ninguna de las dos formas de aprendizaje es reemplazable entre sí. Desde las instituciones deberá buscarse un equilibrio entre la modalidad virtual y la presencial para que puedan trabajar en conjunto y generar una experiencia satisfactoria para el aprendizaje de los chicos. La virtualidad no viene a reemplazar la experiencia única del aula, viene a nutrirla y a mejorarla”, dice la especialista.
Sin dudas la vuelta a clases implica un desafío para el sistema educativo que ahora también tendrá que prepararse para contener a una comunidad escolar- docentes, padres y alumnos- atravesada por nuevas problemáticas y emociones que surgieron a raíz de la pandemia. “Quizás esta nueva coyuntura sirva para replantearnos ciertas cuestiones e indagar nuevas formas de enseñar y aprender en la era de lo digital”, concluye María Fernanda Díaz, líder del área pedagógica de Colegium.