Bodegas de Argentina, la cámara que nuclea a la mayoría de las principales industrias vitivinícolas del país, alertó al Gobierno por el impacto del faltante de botellas. Advirtieron que la situación pone en riesgo las ventas al exterior y también puestos de trabajo. “Ese mercado va a estar comprometido si no tenemos materia prima para cumplir con los mercados objetivos que tiene ofertas de otros países. Si no respondemos a estos compromisos, automáticamente nos remplazan. Están faltando alrededor de 70 millones de botellas. Sería un 20% del total de las botellas que se consumen” explicó Adolfo Brennan, vicepresidente de la Federación Económica de Mendoza.
Según detalló Bodegas Argentinas, la industria vitivinícola entre 2016 y 2019 utilizaba alrededor de 800 millones de botellas por año, cantidad que se elevó a 1.000 millones durante la pandemia. El 25% de los envases se destinan a los productos embotellados de exportación (vinos y espumantes), mientras que el 75% restante está dirigido al mercado local. La producción de botellas se distribuye en tres empresas que generan materia prima. Se trata de Cattorini con un 60%, Verallia con un 35% y solo el 5% la Cristalería Rosario. A la problemática, se sumó que el mes pasado Verallia sufrió un incendio que se propagó al sector de las máquinas moldeadoras e inhabilitó la producción que hasta el momento no ha vuelto a la normalidad.
La situación genera alerta roja y alienta la idea de importar botellas para no perder mercados. Sin embargo el costo asciende considerablemente y una botella que costaba 20 centavos de dólar pasaría costar 80 centavos de dólar trasladando el valor al producto final. Ante este panorama por un lado surgen empresarios nacionales interesados en abrir nuevos canales y por otro, políticos que avanzaría en agilizar trámites aduaneros y en reducir a cero las tasas e impuestos que se pagan por traer botellas del exterior con destino para la industria vitivinícola.
El ministro de Economía y Energía, Enrique Vaquié se reunió con funcionarios nacionales para tratar la eximición impositiva a la importación de botellas, de hecho solicitó a los referentes nacionales que se avance en la simplificación de los trámites aduaneros y, por el otro, reducir a cero las tasas e impuestos que se pagan por traer botellas del exterior..
El ministro remarcó que “se necesitaba tratar dos temas con ellos. Primero que la importación sea ágil y, segundo, que todo el proceso esté exento de derechos a la importación, sobrealícuotas, y tasa estadística”. El Secretario de Industria Economía del Conocimiento y Gestión Comercial Externa del Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación, Ariel Schale dijo “se está sacando una disposición eximiendo de la SIMI (Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones, desarrollado por AFIP) a las botellas para que sea más ágil el proceso atender los requerimientos de la industria”.
Vaquié solicitó la posibilidad de “considerar la eximición para estas importaciones, del derecho de la importación, de la tasa estadística y de una sobrealícuota de IVA que existe para esta posición arancelaria”. Estas medidas impactarían en la industria “Esto permitiría la importación de botellas sin sumar un costo extra para los productores que les haga perder competitividad en el mundo. Es un riesgo importante si no se logra tener botellas en un tiempo razonable para una industria que consume más de 900.000 envases al año” comentó el ministro.