La misma es organizada por “Vino el Cine” (Circuito de Cine itinerante por los caminos del vino) en coproducción con la Municipalidad de Godoy Cruz (Mendoza), La Fundación Cinemateca Argentina (CABA) y la reconocida bodega mendocina. También acompañan el evento, importantes marcas e instituciones comprometidas con la cultura y el turismo del vino como Bodegas de Argentina AC, el Emetur, Ministerio de Cultura y Turismo, La Segunda Seguros y Cata Internacional.
La elección de la locación, no es casualidad, ya que los afiches son exhibidos en una bodega que tiene su historia: Desde 2003, los vinos de Bodegas CARO son bonificados en un inmueble de ladrillo vista ubicado en el casco urbano de Mendoza y se crían bajo las bóvedas de sus cavas subterráneas. La puesta en valor de este edificio patrimonial de 1884, cuyas líneas recuerdan a los templos renacentistas del norte de Italia con sus óculos, sus grandes alturas y sus arcos ciegos de medio punto fue la piedra angular del proyecto de Bodegas Caro.
Puntales de la gráfica publicitaria de las películas, los 26 afiches pertenecientes a las colecciones de la Fundación Cinemateca Argentina, se podrán ver visitando la Bodega de lunes a viernes de 9 a 17.
Los ilustradores y caricaturistas Osvaldo Venturi, Narciso Bayón, Mario Pacciarotti y Rafael Faillace entre otros, son los maestros que con su arte nos transportan en el tiempo y traen a nuestra memoria imágenes que son recordadas en sus creaciones originales.
"La exposición es evocativa, pero también instructiva. Se sitúa en la cuidada labor de los artistas del grafito y el pincel, al representar la necesidad colectiva de informarse y de no perder, en un único viaje de ida, el sentido de la ilustración. Los dibujantes se ocultaban detrás de una firma ínfima, porque la estrella era la película, con sus infaltables luminarias", expresa Marcela Cassinelli, Presidente de Fundación Cinemateca Argentina, entidad que hace más de 70 años, se encarga de conservar, preservar y difundir el cine argentino y del mundo.
Así, el afiche perdura más allá del título y se recuerdan "Riachuelo" (1934); "Hay que educar a Niní" (1940); "La guerra gaucha" (1942); "Las aguas bajan turbias" (1952); "La casa del Ángel" (1957); "El hincha" (1951) y "La patota" (1960), entre otros filmes.