Jorge Rubio propone dos ejemplares del Sur mendocino

Con más de 2 mil hectáreas plantadas, esta variedad encontró en la zona sur de Mendoza un terroir excepcional para su desarrollo y hoy se destaca como patrimonio cultural e histórico de la región. 

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Los registros históricos indican que esta variedad llegó al país de mano de los inmigrantes europeos a finales del siglo XIX. Inicialmente clasificada como Bonarda Piamontesa, estudios recientes de ADN sostienen que, en realidad, se trata de un ancestro de la variedad francesa “Corbeau de Savoie”.

Durante muchos años, esta variedad, se utilizó para bases de vinos tintos comunes por sus altos rendimientos y gran aporte de color, principalmente para mejorar vinos de corte en combinación con el Malbec ya que produce colores intensos y muy marcados.

A partir del año 2011, el Instituto Nacional de Vitivinicultura aceptó el nombre de Bonarda Argentina para referirse a esta variedad cultivada en nuestro país y grandes marcas comenzaron a elaborarla como variedad independiente abriendo la puerta a los mercados internacionales. 

Actualmente, la Bonarda Argentina es la segunda variedad Vitis Vinifera más plantada en Argentina, con una superficie total de 18 mil hectáreas, el 8,5% del total de vid implantada (2020). En el Oasis Sur mendocino, la superficie cultivada ronda las 2.1mil hectáreas y en el departamento de General Alvear, las 400 hectáreas, superando en superficie al Malbec. 

Los vinos de esta variedad se caracterizan principalmente por poseer colores intensos: marcados violetas o púrpuras que evolucionan al rojo rubí, aromas potentes con notas de frutas rojas como frambuesa, frutilla, y cerezas y frutas negras como moras, ciruelas y arándano. En boca es agradable y con taninos dulces, de buena intensidad. 

“En nuestra bodega elaboramos dos Bonardas muy tradicionales, uno en la línea Privado Oasis Sur, bien característico de nuestra zona y otro dulce natural, que viene creciendo mucho año tras año. Ambos son vinificados con uvas provenientes de viñedos que tiene más de 60 años, donde esta variedad es parte del acervo cultural de nuestros productores y de nuestro paisaje”, cuenta Jorge Rubio, director de Enología del establecimiento.

Los ejemplares

Privado Oasis Sur Bonarda, Cosecha: 2018. Sus notas de cata son a la vista su color es rojo violáceo intenso con tonos azulados. En nariz, es un vino de carácter frutado, especiado y tostado. Se destacan notas a cereza, grosella y casis y una nota herbal de jarilla. También se encuentran notas especiadas a canela, clavo y vainilla. En boca es un vino fresco y amable donde volvemos a percibir la cereza, el casis y la mora. Notas especiadas a canela, clavo de olor y vainilla, con un buen final tostado propio de su paso por barrica.  

Finca Gabriel Edición Especial, Tinto Dulce Natural, Cosecha: 2020.  Variedad: 100% Bonarda. Notas de Cata de color rojo con tonos violáceos, fondo negro profundo, con leves tonalidades tejas y pardas. Complejos aromas de frutas confitadas, cándidos, mermelada de ciruelas, nueces, vainilla y roble. En boca destaca su dulzura natural y sus típicas notas a frambuesa y frutos rojos.

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