“Que los particulares entiendan, solidariamente, que no tiene sentido tener tierras improductivas cuando alguien está necesitando un terreno. No tiene sentido guardarlo para que el día que se muera, un hijo lo herede. Tiene mucho más sentido volverla productiva hoy, y que en ese lugar alguien construya el techo en el que van a crecer sus hijos”, fue la frase sentenciadora del presidente Alberto Fernández para que el Concejo Deliberante del partido de Avellaneda aprobara la ordenanza que establece que los dueños de terrenos vacíos o con edificaciones frenadas tienen un plazo máximo de 8 años para construir y terminarlas. Si no lo hacen el municipio puede declarar la utilidad pública y expropiar”.
“La medida apunta a tener 8 años para que el terreno que interpretan está ocioso pase a ser productivo” comentó Eduardo Rosta vicepresidente del Colegio Corredores Público de Mendoza, quien explicó cómo afecta esto al mercado inmobiliario: “Para quienes han ahorrado en tierras y tienen terrenos de distintas dimensiones comienzan la incertidumbre y las consultas sobre la posibilidad que esto se replique en otras ciudades. En definitiva termina retrayendo al mercado más aún y por consecuencia retrae la inversión en terrenos en la capacidad de reserva de valores en propiedades”.
Los referentes inmobiliarios coinciden que tiene un correlato con el impuesto sobre las viviendas ociosas. Otra iniciativa del ministro de Desarrollo Territorial y Habitar Jorge Ferrasi (ex intendente de Avellaneda) que ante el incremento de los alquileres propuso “un impuesto alto a los que tienen viviendas ociosos como un punto clave para que bajen la renta”.
“Pone una sensación vulnerable al derecho de propiedad. De seguir instrumentando este tipo de herramientas afecta a la inversión inmobiliaria” comentó Rosta y agregó: “Pasa a ponerlos en un plano en que no sabes en que momento podes perder ese ahorro, esa inversión que hiciste o esa herencia están pensando para tus hijos o tus nietos, o simplemente complemento de magras jubilaciones. No ayuda a fomentar la inversión sino todo lo contrario”.
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