Mendoza se suma a las provincias con cajeros automáticos que expenden dólares, según la autorización mensual del Gobierno Nacional.
En ese caso la entidad con los cajeros más modernos que permiten esta operatoria es el Santander, que en el país tiene varias decenas de estas unidades de avanzada y en la provincia de Mendoza cuenta con dos.
Uno es el que se encuentra en la sucursal de calle San Martín al 900 de Ciudad y otro se ubica en el departamento de Tunuyán, para el Valle de Uco, según confirmaron a InfoMendoza desde la compañía de capitales españoles.
Desde el banco explicaron también que la apertura de cuentas es hoy en día online, con verificación de identidad vía RENAPER. La compra de los 200 dólares en el mercado oficial es legal, con autorización al cliente del BCRA, AFIP y otros organismos.
Es decir que son dos servicios que brindan los bancos de la manera que están autorizados por el regulador. En ese sentido también sirven para cobrar el IFE, para abonar a personal doméstico en blanco, para formalizar los pagos de compras online, entre muchos otros.
El problema de los “coleros”
Al parecer no hay nada que puedan hacer los bancos con respecto a los denominados “coleros”, siempre que van a un cajero a retirar los billetes comprados de forma legal. Esto está sucediendo en Córdoba, donde nuestros colegas de InfoNegocios lo revelaron en un informe.
Los bancos sí cuentan con herramientas para combatir y denunciar el uso indebido de una cuenta bancaria. Lo normado por BCRA, UIF, etc. Eso frente a cualquier operación sospechosa, no necesariamente por esta en particular.
En este contexto especialistas señalan que hay que advertir en general que al comprar dólares al oficial y luego venderlos al paralelo va a haber controles en algún momento.
Por ejemplo cuando uno compra dólares en un banco al cambio oficial (los US$ 200 mensuales) esa operación está cruzada informáticamente con AFIP, con el BCRA, ANSES (por si se obtuvo una línea subsidiada y no está autorizado a comprar). A la larga van a tener que dar explicaciones sobre qué se hizo con esa compra de dólares, cuando se presente una declaración jurada de ganancias, de bienes personales, etc.
Y ahí es donde cuentan que es marginal lo que pueden ganar (la diferencia con la operación), si después se tiene que contratar a un contador para justificar la transacción.
Otro tema que advierten es si existieran organizaciones que a través de esta gente compren esos dólares para hacer negocios, porque en definitiva son los particulares lo que deberán responder ante la AFIP.
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