“Los usuarios de cannabis medicinal son estigmatizados por la forma en que lo usan. El objetivo es hacer un acompañamiento médico para que las personas sepan que consumen. La idea es hacer un seguimiento desde la planta hasta el consumo y su evolución con asesoramiento médico y legal a través de talleres de administración de medicina, extracciones, etc.” comentó Celina Pochettino, médica con posgrado en cannabis medicinal y presidenta de la ACMED.
El objetivo es acompañar a la gente que viene en este proceso dando información de calidad y acompañamiento médico. La profesional recordó que no hay protocolos estrictos para determinadas enfermedades más que la epilepsia refractaria en niños que la desarrolló el Hospital Garrahan. Sin embargo aseguró que las patologías más frecuentes que se consultan son fibromialgias, artrosis, artritis, ansiedad, insomnio, ataques de ira, pacientes con anorexia, falta de apetito y vómitos por quimioterapia.
“Se continúa el tratamiento que el paciente hace. Se evalúa la medicación y el consumo de aceite de cannabis. El problema del aceite es que no se conoce la procedencia” comentó Pochettino. El consultorio cuenta con aparatología proveniente de Israel que permite analizar sus flores y detectar el porcentaje de cannabinoide que tiene el aceite con el fin de que el paciente consuma de manera segura.
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