(Por Patricia Losada) La difícil situación del rubro inmobiliario es más que preocupante. Desde 2019 que ya se notaba una merma en ventas de propiedades y ahora con la pandemia se suman otros problemas. ¿Qué pasa con los alquileres?, ¿Qué espera el sector para la reactivación? Estas son algunas de las preguntas que responde a InfoMendoza Estanislao Puelles Milán, presidente del Colegio de Corredores Públicos de Mendoza.
-¿Qué se puede sacar de positivo en estos tiempos difíciles de pandemia?
-Evidentemente la pandemia cambió la industria y la manera de hacer negocios y el mercado inmobiliario fue uno de los que más tuvo que adaptarse, aplicando tecnología y mucho de los procedimientos que estábamos acostumbrados a ver. El mercado viene muy golpeado de hace varios años con un 2019 inédito en caída de escrituras y la pandemia profundizó aún más esta crisis.
Si bien luego de la flexibilización de la cuarentena empezaron a aumentar las consultas y tuvimos algunos brotes verdes en algunos productos muy segmentados, como por ejemplo, en lotes para construir o departamentos chicos y medianos en pozo, la situación sigue siendo muy compleja por la incertidumbre del rumbo económico
-Qué herramientas pusieron en marcha las empresas para hacer frente a este problema?
-Si bien ya se venía trabajando en nuevas tecnologías aplicadas a nuestro sector, era todo muy incipiente y la pandemia apresuró los tiempos. Todos tuvimos que adaptarnos a la nueva realidad y sobre todo a la nueva realidad de nuestros clientes que requerían y demandaban un servicio más ágil y dinámico.
-¿Cómo se encuentra el sector en este momento, y si la ayuda del gobierno fue suficiente o no?
-Las operaciones de compra venta siguen por el piso, la oferta y la demanda no se encuentran por varios motivos, de los cuales, los más importantes son la incertidumbre en el inversor, falta de incentivos para comprar un inmueble y la falta de sinceramiento en los precios en dólares de las propiedades, sobre todo el del mercado del usado.
En cuanto al mercado locativo, hoy nos encontramos con una difícil situación que hacía muchos años que no se veía en la Argentina. Con una nueva ley de alquileres que trajo mucha incertidumbre al mercado y el DNU 320/20 de congelamiento y sus prórrogas, han llevado a una restricción de la oferta de vivienda para alquilar como hacía décadas no se veía, perjudicando a los inquilinos con menos oferta y mayores precios en la plaza.
Luego del fracaso de los créditos UVA, no hubo ningún tipo de incentivos ni de plan dirigido al acceso a la vivienda, estamos esperando ansiosos un plan de parte del Gobierno que contemple un plan integral segmentado a las distintas necesidades de cada sector de la sociedad.
- Con respecto al futuro, ¿Hay optimismo para encarar el 2021?
-Queremos ser optimistas pero las señales del gobierno son muy confusas. Hay una gran cantidad de pequeños y medianos ahorristas y desarrollistas que están ávidos por invertir en el negocio inmobiliario y en la construcción, porque entienden que es el mejor resguardo de su capital y el más seguro, pero es necesario para que eso ocurra, señales concretas en cuanto a la seguridad jurídica y un plan económico que permita ir bajando la inflación. Si se dan estas condiciones, el mercado inmobiliario no tiene techo.
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