Un reciente estudio realizado por la consultora Focus Market en el que se consideró el salario mínimo medio en dólares de varios países latinoamericanos y qué podrían comer con ello, señalaron que en el caso de Argentina, los primeros datos revelados demostraron que un salario mínimo de Brasil, Uruguay, Chile y Paraguay puede alcanzar para realizar tres veces más compras que en el país.
Así, ante la pregunta sobre cuán barato o caro es salir a comer afuera en país, el relevamiento demostró que con un salario mínimo los ciudadanos argentinos pueden llegar a acceder a 9 cenas para dos personas. Por otra parte, si con el mismo sueldo se quiere adquirir comidas que estén catalogadas como "menú del día", los datos demuestran que un argentino puede acceder a 42 menús del día.
En este escenario de consumo, y ante las expectativas frente a la llegada de turistas extranjeros al país por las aperturas de fronteras, es lógico que éstos encuentren una Argentina gastronómica que para los locales es cara en dólares en relación a su salario en pesos pero para el mundo es más que favorable en relación al mejor salario en dólares que tiene el resto de los países de América Latina.
Pero, ¿qué sucede en Mendoza?
“Desde AEHGA notamos que en gastronomía ha habido una reducción del consumo tanto en la cantidad de salidas, como en el momento del almuerzo o cena. Algunos comparten los platos o piden medias porciones; hay poco pedido de entradas; y se comparten los postres. En cuanto a las bebidas, los vinos que en general desea el consumidor local son vinos jóvenes. Solo para una situación especial se degusta un vino de alta gama. Ha habido en los tickets promedio una reducción de adquisición en la gastronomía, debido a que justamente hemos bajado nuestro nivel adquisitivo”, señala Beatriz Barbera, titular de AEGHA.
¿Cuánto cuesta comer en Mendoza?
“En estos momentos, donde la inflación impacta mes a mes en las materias primas con las que elaboramos las recetas, es difícil estimar valores. Sí sabemos que hay menús ejecutivos de lunes a viernes al medio día que van desde 700 hasta 1.800 pesos. También hay restaurantes urbanos a la carta donde un plato principal puede ir desde 900 hasta 2.000 pesos aproximadamente. Además, hay que incluir la bebida, o copa de vino, y postre. La media con todo el servicio llega a 2.100 pesos. Por último, los menús van desde aproximadamente 2.000 hasta 3.000 pesos, dependiendo de lo que se consuma en cuanto a plato principal o de acuerdo a la cantidad de pasos”, apunta Barbera a InfoMendoza.
Es una realidad que en los últimos años, Mendoza se ha posicionado fuertemente en el mundo como un destino enogastronómico. Prueba reciente de ello es el premio que recibió el restaurante ‘Abrasados’ de bodega Los Toneles, obteniendo el máximo galardón, en la categoría Restaurante en Bodega, de los Premios Best of Wine Tourism 2022.
En este sentido, la titular de AEGHA comenta: “No consideramos que Mendoza sea cara. Tenemos una diversidad gastronómica que abarca desde bares hasta restaurantes familiares, de alta gama, de bodegas, con múltiples opciones. Eso permite, por ejemplo, cenar en un bar por 1.500 pesos, o ir a un restaurante de bodega y pagar hasta 7.000 pesos en menús donde se consumen vinos de altísima gama y es una comida de 7 pasos o más”.
Lo que vendrá
Luego de tanto tiempo de standby debido a la pandemia, poco a poco, la industria que moviliza el turismo comienza a reactivarse en Mendoza y con ella, el sinfín de actividades que involucra, siendo la gastronomía una de las más vinculadas. Pero, más allá de cómo se preparará la provincia para recibir a los turistas en esta temporada -la cual ya se perfila por demás prometedora-, la pregunta es qué se hará para que los mendocinos puedan seguir disfrutando de la oferta enogastronómica local.
Ante este interrogante, InfoMendoza consultó a Beatriz Barbera por si se llevarán adelante desde la asociación alguna propuesta para que una vez que los extranjeros comiencen a arribar nuevamente a Mendoza los espacios gastronómicos ‘no se olviden de los mendocinos’ y ofrezcan aunque sea esporádicamente promociones de precios para comer en estos sitios.
“Cada espacio gastronómico será libre para planificar sus propias promociones y así darle lugar al mendocino para que tenga la posibilidad de salir a comer afuera. Estoy segura de que el objetivo de todos los gastronómicos de Mendoza es mantener el público local; sobre todo, porque fue el que ayudó en el momento de pandemia a sostener los espacios gastronómicos. Hay muchas formas de implementar buenos servicios a precios accesibles para el mendocino y ese será el desafío de cada restaurante o bar”, finaliza Beatriz Barbera.