Para el Centro de Estudios Económicos de Bodegas de Argentina la situación se puede resumir en cuatro ejes que ofrecen un panorama negativo: 1) Disminuye la expansión en volumen del mercado interno. 2) Los precios locales son los más bajos de los últimos años. 3) Se premiumiza la pirámide de precios pero cae la facturación. 4) Un menor tipo de cambio quita incentivos a exportar.
Los motivos:
- Los bodegueros entienden que durante todo el 2020 la noticia fue el aumento de volumen de consumo en el mercado interno. Sin embargo, aportan, la causa fundamental de este aumento es que se hizo a costa de una fuerte caída de precios y de facturación. Y los pronósticos de 2021 de salarios, financiamiento y bajos niveles de stocks no permitirían repetir esta performance.
- La tendencia histórica de caída de precios en el mercado doméstico quita le quita atractivo a este mercado. El informe sostiene que sólo las compañías grandes, donde la escala licua los costos fijos, pueden competir en esas condiciones. Y aseguran que en las empresas más chicas la venta de vinos de gamas más altas no compensa las pérdidas de los de menor precio.
- En los últimos cuatro años se ha expandido la facturación en categorías más elevadas de precios. Este fenómeno ha sido una forma de compensar la baja o nula rentabilidad de las categorías bajas de precios. Sin embargo, en el agregado hubo una caída de facturación que deteriora la capacidad competitiva de las bodegas. Una explicación a esta situación es que la alta inflación impidió que los precios del vino a nivel de consumidor siguieran su ritmo y los fuertes descuentos de las categorías medias y altas representaron una oportunidad para los segmentos de población de ingresos más elevados, lo cual se tradujo en una premiumización del portfolio.
- En los últimos tres años un mejor tipo de cambio fue la clave de una reversión de las tendencias de exportación. Pero en el 2021 se estima que habrá un retraso cambiario lo que podría revertir la tendencia anterior, y agregan que tanto en lo coyuntural como en lo estructural se perderán incentivos a exportar.
En conclusión los pronósticos macroeconómicos arribados por Bodegas de Argentina son negativos para el sector. Todo indica que en 2021 como consecuencia de la prolongación de la pandemia y la delicada situación macroeconómica del país las variables que más influyen en el sector vitivinícola se deteriorarán.
En ese sentido, auguran que los salarios continuarán su caída de tres años frente a niveles de inflación elevadísimos. Que el tipo de cambio se retrasará en relación a la inflación. Que el financiamiento al sector privado seguirá siendo muy escaso y que los incentivos a la inversión se presentarán muy negativos.