Es presidente de la Unión Industrial de Mendoza, dirigente gremial empresario y miembro del directorio de Andesmar. Ahora junto a otros 50 empresarios, quiere empezar a jugar fuerte en política como candidato a primer diputado provincial por el primer distrito.
Puntual, 9,15 o'clock, a esa hora citó Badaloni al equipo de trabajo de InfoMendoza en sus oficinas del Carril Rodríguez Peña. “¿Me dejás que me prepare un mate?”, se anticipó antes de sentarse y apurar una charla en la cual sólo había 60 minutos, porque las mañanas las dedica a la empresa y el las tardes y fines de semana a la campaña. Es Mauricio Badaloni, un hombre de negocios desde muy chico, su pasatiempo es estar en la empresa, o en la Terminal vendiendo boletos o en su casa. Se autodenominó familiero y de las grandes mesas de domingo o feriados, le gusta compartir su casa con sus familiares, ahora en tiempos complicados y a días de sus primeras elecciones primarias como protagonista.
-¿Por qué ahora, a los 48 años empezar a trabajar en política?
Venimos trabajando desde hace mucho, cuando armamos la UIM (Unión Industrial de Mendoza) éramos seis instituciones, ahora somos 14. El vector común de todos los que integramos ese espacio era que no hay visibilidad en la política, la política hace un abuso de los recursos y hace una monomarca o dos marcas un oligopolio de dos, donde permanentemente están revalidando el poder, pero no con una asignación específica en la economía y el empleo. La política no discute ideas, discute poder y mientras tanto los sectores productivos crecemos a la vera del río y por eso la provincia no crece.
-¿Los empresarios se sienten castigados por los impuestos?
Digamos que el impuesto es un abuso y una coerción construida por un Estado que los ciudadanos y emprendedores le han estado dejando a la política y que no hicieron nada.
Toda clase política ha ido buscando mayores cantidades de recursos mientras la Argentina se aleja del mundo. Este es el problema, eso pasa porque no hay lobby empresario real, porque no hay parlamentos heterogéneos que tengan ciudadanos emprendedores, o comerciantes. No tenemos este pensamiento como una cuestión hegemónica, cuántos somos los ciudadanos independientes que salimos con nuestra mochila a trabajar, somos el 30%, el 25%, y ¿por qué no hay una representación en el parlamento?
-Pero eso pasa tanto a nivel nacional como provincial
Sí pero para mí primero me interesa Mendoza, mirá a Neuquén, hace dos años y medio nos pasó ubicándose como la 4ta. Economía nacional y en unos años nos pasará San Juan que tienen dos proyectos mineros muy importantes.
-¿Creés que Mendoza siempre ha estado castigada por la Nación?
Sí, pero esto es como llorar por la leche derramada. La promoción industrial fue un golpe importante, con ese mismo criterio de poder que eligen los políticos, un día le tocó a Mendoza perder y de ahí siempre fuimos la provincia rica, por eso ¿Para qué nos iban a dar más si hay otras provincias con más necesidades como Formosa o Chaco?
-¿En caso de ganar, con qué proyectos arrancarías?
Para mí tendríamos que reformar la ley de elecciones, es una aberración estar votando como en la década del 50. Andá fíjate si podés hacer un partido, está cooptado todo, es un juego bastante perverso por eso no hay tantas fuerzas alternativas
-¿Con quién te sentís identificado en la política?
Con Cambiemos, con el Justicialismo también porque tenemos algunos candidatos que vienen del frente Justicialista que no es Kirchnerista, y hay gente del PRO, el Partido Demócrata, es decir es un espacio muy heterogéneo. Y una consigna transversal es que todos trabajan, tendrán su corazoncito pero trabajan. La ideología es pasado, te puede ayudar para hacer filosofía, pero lo nuestro es pragmatismo puro. Y ganar significa trabajar. La política no hace eso, la política es “sí él suma, como hago yo para que no sume tanto”. Es una suma y resta de suma 0 y el que está 0,25 entró.
-¿Pero la política ya está enmarcada en ese territorio, va a ser difícil conseguir el apoyo de otros sectores?
A lo mejor estas son las cuestiones más idílicas, uno tiene que partir de una premisa razonablemente posible, pero inalcanzable para que motive y movilice. Cuando la gente nos pregunta cómo van a hacer esto, decimos con más gente, la política no discute ideas, discuten poder. Y para qué hacer todo esto si no es para transformar, pero transformar no es subsidiar.
Cuando ves las herramientas de economía el subsidio dentro de las medidas económicas es una medida de intervención para un momento determinado, entonces, se está abusando en su uso.
-¿Sentís que hay una grieta entre el político y el empresario?
Hay una grieta en algunos y una connivencia con otros, yo creo en las cuestiones que van evolucionando y esto está estancado. Este espacio, es una lista para empezar, no me siento tan alejado, porque muchos tenemos actividades de servicio público es decir que estamos ligados con el Estado. Pero no nos están escuchando en la forma que nosotros necesitamos para hacer que Mendoza crezca, por algo no crece.
-¿Qué pasó de pronto se hartaron todos los empresarios juntos?
Este grupo sí, pero si charlás con la gente también está cansada y no quiere escuchar más a los políticos, nosotros estamos caminando mucho la provincia y vimos gente llorar por la situación.
-¿Qué te motiva a seguir?
Son dos cosas, los 50 amigos, comerciantes y jóvenes me dieron su DNI después de comentarles esta idea y nos dijeron “vamos”. Y por otro lado que no quisiera que en cinco o seis años me pase lo que le pasa a muchas personas, y que mi hija me diga, “muy linda tu empresa pero yo no me veo acá”. Y yo para qué hago todo esto, siempre tenés una proyección en tus hijos. Por eso esto me impulsa a hacer algo y saber que lo hice, con éxito o no, pero lo hice.
-¿Qué te genera la política?
Mi mirada frente a la política tiene que ver con que yo estoy despierto de esta situación, no vengo a convencer a nadie vengo a despertar gente que cree que está bien mirar televisión morboseando sobre quién tiene la razón o no. Yo veo eso y me angustia si no tengo la reacción, y yo estoy despierto de esa realidad. El ciudadano necesita ocupar esos lugares, esto es una fuerte interpelación al ciudadano, esta boleta es mi argumento de porque te digo lo que te digo.
-¿Pero les puede pasar la Gran Ramón o la Gran Balbo?
Es posible. Lo que tiene de interesante y es la otra interpelación que le hacemos a los ciudadanos, es que votes a alguien que se te parezca en el problema y no votes a uno que parece que te entiende en el problema, no es lo mismo. Yo no votaría nunca un aumento de impuesto, porque no me conviene. Acá el problema es de los comerciantes, de los que tienen que pagar los impuestos y el que gana un poco más lo hacen sentir como que es el “sinvergüenza” que empuja la inflación hacia arriba, el que no tiene corazón. ¿Y quién nos defiende a nosotros?
-¿Cómo influyó tu trabajo en Andesmar para la preparación en política?
Cuando era chico vivíamos adentro de un taller en Bahía Blanca, a los cinco años, me caí tres veces a la fosa, me salvó un muchacho de que no me ahogara en una pileta de aceite. He estado vendiendo pasajes en la terminal cuando el coche va a salir en cuatro horas, he estado en accidentes donde muere gente y no sabés qué decir. También he vivido que el Gobierno no termine de pagar un ATP y que se vengan 300 empleados acá a decirte cuándo nos vas a pagar. El día a día del trabajo me prepara para la política.
-¿La gente y los políticos son diferentes?
Yo valoro a las personas que trabajan y veo que la política le busca la vuelta al que trabaja, para ponerlo en la misma situación que hacen ellos, todos valemos 0.
No hay conciliación entre los políticos, por lo tanto la economía no va a estar mejor, porque la economía funciona cuando la política acuerda no cuando se divide esto pasa con la política. Cuando veo que penalizan a los sectores que producen, digo que ellos tienen que tener una representación pero se tienen que despertar de esa siesta, la mitad de los problemas no es de los políticos, la mitad de los problemas no es de cómo maneja la política su poder, la mitad del problema es que nosotros tenemos que cortar y achicar ese poder político y tienen que meterse más gente que tenga esos problemas.
-¿Qué pensás de Portezuelo del Viento?
Si le preguntás a los técnicos ellos te dicen que es una obra que habría que haberla hecho hace 20 años. No se adapta al recurso hídrico que tenemos ahora. Tenemos el Departamento General de Irrigación que nos cuenta varios millones y me gustaría saber qué opinan ellos. Pero esos son costos políticos que tienen que pagar ellos.
Yo digo que Portezuelo es un problema de ingenieros, geólogos, no es mío, para eso invertimos mucho dinero en esos ámbitos.
-¿Cómo ves a Mendoza dentro de cinco o diez años?
A este ritmo mal, retrocedimos y pasamos a ser la 6ta economía, y eso que tenemos cosas interesantes, por ejemplo el Corredor Bioceánico Central, la integración del mundo por el Océano Pacífico y no lo estamos aprovechando. Falta infraestructura y decisiones políticas, el tránsito a Chile cada vez es más lento por cuestiones de regulación, certificaciones, tasas e impuestos. El BID ya nos dio los estudios pero necesitamos que se pongan de acuerdo los dos países.
-¿Cuál es la agenda de Mendoza con Chile?
No conozco que tengamos una, la hemos llevado al Gobierno, pero cuando tienen un problema con Chile, llaman para preguntar qué opinamos, pero nosotros tenemos que tener una agenda y la agenda es de los sectores productivos y no la conocemos.
-¿La logística en este espacio cumple un rol muy importante?
Hoy no tenemos una plataforma logística en Mendoza, que para mí es Palmira, en cambio vean la plataforma de San Luis y están a 600 km del puerto. En una provincia que está a 1.000 km del principal puerto del país (en el Océano Atlántico) y tenés otro a 300 km, si no tenés una buena logística no vas a tener buenos precios. La metalmecánica uno de los factores más complejos que tiene es que el precio del hierro le llega mucho más caro justamente por esto, porque está a 1.000 km.
-¿Cómo salimos de este pantano económico que profundizó la pandemia?
El turismo es uno de los driver más importantes. Para mí la principal actividad es el comercio y el driver que impulsa el comercio por encima del crecimiento demográfico de estacional o vegetativo es el turismo.
-¿Pero en materia turística hemos crecido mucho durante los últimos años?
Pero no tenemos buenos datos y eso es un grave problema, Mendoza no tiene buenas estadísticas. Cuando en las instituciones hablamos de tener mejor información la política te contesta, “sabemos lo que hay que hacer pero no tenemos el momento político”. Entonces yo te doy precisión y vos me contestás con aproximación.
Nosotros venimos a que las cosas pasen, que sucedan.
-¿Qué cosas querés que sucedan?
Las que son de conveniencia para los sectores que producen y trabajan. Hay que decirles a los sectores productivos que van bien y preguntarles cómo los podemos ayudar, en cambio le siguen poniendo obstáculos y haciéndoles la vida más imposible.
-¿Lo que estás encarando es un desafío o hartazgo?
Mi principal punto de equilibrio es intentar hacerlo, uno se arrepiente de las cosas que no hace. Hay que despertar de esta realidad, dejar de pedir e ir a buscar la solución.
-¿Qué dice tu familia de este emprendimiento político?
Me respetan demasiado, no es que me alientan pero no ponen palos en la rueda, no soy un tipo tan enérgico, ni me llevo las cosas por delante, no estoy rompiendo nada, si hay mucho temor, porque todos saben que la política es muy mugrienta
-¿La política te ha quitado tiempo con la familia?
Todo, trato de llevar a mis hijas en la mañana pero llego muy tarde. A mi me gusta disfrutar de mi casa, estar con ellas, charlar, no me gusta la calle pero tengo que hacerlo, uno aprende muchísimo.
-¿Te sentís político ya?
No me siento un político, pero si estoy haciendo política, pero yo no tengo espíritu de político, sé que si yo no ocupo este espacio lo ocupa este otro que viene de la política y seguiremos con el mismo problema.
Mauricio Badaloni, uno de los 50 empresarios que quiere dar vuelta el esquema de “políticos” que hay en la Argentina. Recién comienza, pero no le teme al fracaso, incluso mencionó el 2023 como la segunda oportunidad de presentar y desarrollar su espacio.
Hay algo que tiene claro, no quiere que un político acostumbrado a hacer política y trabajar de ella, decida su futuro, el de su familia, el de su empresa y el de empresarios como él. Insta a que los ciudadanos se animen a ser protagonistas también y eso hace con sus pares, en las recorridas que realizan por todo el territorio. “En este espacio hay empresarios grandes, profesionales y carniceros”, sostiene, “es un espacio muy heterogéneo, lo que le hace falta a la Argentina y a Mendoza”.