La nueva normativa busca agilizar inversiones, dar previsibilidad al sector y consolidar a la provincia como referente en el desarrollo del cannabis regulado.
En una sesión que marca un nuevo hito para la agroindustria mendocina, el Senado de Mendoza aprobó esta semana modificaciones a la ley provincial N.º 9.302, que regula la investigación científica y la producción pública del cannabis y sus derivados con finos científicos, medicinales y terapéuticos.
Con los cambios, la provincia busca adaptar su marco normativo al nuevo escenario nacional trazado por la Ley 27.669 y el Decreto 405/2023, que reglamenta el funcionamiento de la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal (ARICCAME). La meta: convertirse en un polo de desarrollo para este cultivo estratégico, apuntando tanto a su potencial medicinal como a su uso industrial no psicoactivo.
¿Qué cambia con la nueva norma?
El proyecto, impulsado por el Ejecutivo provincial y aprobado con mayoría legislativa, introduce los siguientes puntos clave:
Simplificación de trámites : se eliminan requisitos burocráticos para el otorgamiento de licencias y se armoniza la normativa local con la nacional, permitiendo mayor agilidad en la habilitación de proyectos.
Apertura al sector privado : se permite expresamente la participación de actores privados en las etapas de cultivo, procesamiento e industrialización, bajo control estatal.
Enfoque productivo e industrial : se amplía el alcance de la ley original, que estaba limitada a la investigación y uso terapéutico, permitiendo el desarrollo de productos derivados como textiles, cosméticos, alimentos y biocombustibles a base de cáñamo industrial.
Control y fiscalización : el Ministerio de Producción de Mendoza seguirá siendo la autoridad de aplicación, en articulación con Nación, garantizando trazabilidad y seguridad en toda la.
Una oportunidad para el agro mendocino
Desde el Gobierno provincial celebraron la aprobación como “un paso firme hacia la diversificación productiva y el agregado de valor en origen”. Mendoza ya venía trabajando en experiencias piloto en campos experimentales y había recibido manifestaciones de interés de inversores locales e internacionales.
"El cannabis es una economía emergente con enorme potencial para generar empleo, innovación y desarrollo regional. Con reglas claras y transparencia, Mendoza puede liderar este proceso en Argentina", destacaron desde la cartera de Producción.
En tanto, desde el sector agroindustrial, la expectativa crece. Productores del oasis Norte y Este —zonas con tradición hortícola— han manifestado interés en reconvertir parte de sus tierras a cultivos de cáñamo, aprovechando el clima seco y la capacidad tecnológica instalada.
Próximos pasos
Una vez promulgada la ley modificada, la provincia deberá actualizar sus reglamentaciones y coordinar con ARICCAME los mecanismos de otorgamiento de licencias y fiscalización. También se espera que universidades y centros científicos locales amplíen sus líneas de investigación en cultivo, genética y usos terapéuticos del cannabis.
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