Mendoza Emprende Semilla contó con un presupuesto de $ 250.000.000 y permitió a más de 1.000 beneficiarios mendocinos acceder a $ 250.000 en crédito y ANR. Comercio, servicios y gastronomía fueron los sectores con mayor participación en los tres meses de convocatorias.
El programa alcanzó a emprendedores de todos los rincones de la provincia. Desde San Rafael provienen la mayor cantidad de solicitudes, con 233 tickets generados. Le siguen Guaymallén, con 123 iniciativas; General Alvear, con 115; Tunuyán, con 100; Capital, con 95; Godoy Cruz, con 93; San Carlos, con 86, y Luján de Cuyo, con 63.
Posteriormente, San Martín, con 61 presentaciones; Malargüe, con 52; Rivadavia y Maipú, con 47 y 42 iniciativas respectivamente; Junín tuvo 39 y Las Heras, 38. Cierran el listado Tupungato, con 11; Santa Rosa, con 6, y los departamentos de Lavalle y La Paz, con 5 presentaciones cada uno.
Emilio Aguiló, titular de Emprendedores de la provincia, comentó: “Estamos muy contentos por el impacto que tuvo la iniciativa en los mendocinos. Los rubros comercio, servicios y gastronomía y alimentos fueron los sectores con mayor participación. Superamos las 1.000 iniciativas que teníamos planificadas, recibimos 279 proyectos en octubre, 554 en noviembre y 383 en diciembre”.
Desde la organización se mostraron satisfechos con el alcance federal del programa y adelantaron que se analizaran los aspectos formales de las 1.216 propuestas y se evaluará la posibilidad de realizar nuevos llamados.
Fomento al desarrollo
La iniciativa estuvo orientada a emprendimientos que se vayan a concretar o bien que ya estén en marcha pero que necesiten una ayuda para dar un salto. Para ello, se dispuso de $ 250.000.000.
El programa fue diseñado para que una parte de la suma ($ 150.000) sea otorgada a través de una línea de financiamiento por medio de Mendoza Fiduciaria, a devolver en 24 meses, con 6 de gracia, a tasa de 12% anual. El resto del financiamiento ($ 100.000) se otorga a través de Aportes No Reembolsables (ANR).
Los emprendedores pudieron acceder al beneficio de activos fijos nuevos y/o capital de trabajo de actividades agropecuarias, industriales, comerciales, productivas de base no agropecuaria, de base tecnológica, turísticas, artesanales, mineras, de servicios a la producción y otros servicios.
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