La pregunta que muchos se hacen frente a estos días de descanso es simple pero vital: ¿ciudad, playa o montaña? Y una parte importante de los turistas argentinos eligió las montañas mendocinas, combinadas con su reconocida oferta gastronómica, rutas del vino y paisajes imponentes. Junto con Buenos Aires, Mar del Plata y Bariloche, Mendoza se posiciona dentro del top 5 de preferencias nacionales, demostrando su vigencia como uno de los polos turísticos más fuertes del país.
“Un 34% de la comunidad viajera argentina sostiene que el turismo tiene un impacto positivo en las comunidades, por lo cual este fin de semana es una excelente oportunidad para viajar”, explicó Jimena Gutiérrez, gerente General de Booking.com para Argentina, Uruguay y Paraguay. Según los datos, la diversidad de intereses va desde la vida urbana en la Ciudad de Buenos Aires, hasta las playas del Atlántico y las montañas cuyanas, como las que ofrece Mendoza.
Además del circuito tradicional del vino y las bodegas, Mendoza también seduce con experiencias de aventura, senderismo en la precordillera, escapadas a Potrerillos y visitas al Parque Provincial Aconcagua. Todo esto la convierte en una opción ideal tanto para quienes buscan relax como para los más activos.
En cuanto a los destinos internacionales, Río de Janeiro lidera las búsquedas, impulsado por un show musical destacado que se desarrollará ese fin de semana. También aparecen con fuerza Santiago de Chile, por su cercanía y opciones de compras, y Búzios.
La información surge del análisis de búsquedas realizadas entre el 9 y el 16 de abril por usuarios argentinos en la plataforma Booking.com, con fechas de check-in el 1° de mayo y check-out el 4 del mismo mes.
Con alta expectativa por el movimiento turístico que se prevé, tanto desde el sector privado como desde el gobierno provincial se alistan para recibir a miles de visitantes que, una vez más, eligen Mendoza como destino ideal para desconectar.
Con un tono firme, optimista y sin esquivar las definiciones estructurales, el ministro de Economía Luis “Toto” Caputo fue una de las figuras centrales en la edición 2025 de la Expo EFI, el evento más relevante del calendario financiero argentino. Allí defendió con énfasis el rumbo económico del gobierno y delineó un escenario futuro de crecimiento sostenido, baja de la inflación y reformas profundas.
Caputo negó de forma tajante una posible devaluación, reivindicó el esquema cambiario vigente y anticipó la salida del cepo como parte del orden macroeconómico que el Ejecutivo busca consolidar. “Se terminó la época de la Argentina regalada en dólares”, afirmó, en referencia a un tipo de cambio artificialmente bajo que —según su diagnóstico— perjudicó durante años la competitividad y la atracción de inversiones.
Cambio de paradigma y eficiencia
En su presentación, el ministro aseguró que el país transita “un cambio de paradigma” donde la eficiencia, el rol del sector privado y la reducción del tamaño del Estado serán claves. “El sector privado gestiona mejor los recursos”, subrayó, y remarcó que parte del crecimiento económico registrado en estos meses se debe a la transferencia de recursos desde el Estado hacia la iniciativa privada.
Además, Caputo volvió a poner sobre la mesa el concepto de “remonetización en dólares”, al anticipar medidas para facilitar el uso cotidiano de la divisa estadounidense. El objetivo: avanzar hacia una economía más estable, con mayor competencia de monedas, circulación fluida de divisas y estímulo a la inversión.
Inflación, salarios y superávit
Uno de los anuncios más resonantes fue su proyección sobre la inflación: “Va a colapsar”, dijo, con la confianza de quien ve cerca el objetivo central del programa económico. Caputo también habló de salarios en dólares y la necesidad de que sean “razonables” para recuperar poder adquisitivo sin distorsionar la competitividad externa. "Queremos una clase media fuerte", sentenció.
En la misma línea, defendió el camino del superávit fiscal como herramienta para bajar impuestos y profundizar la desregulación económica. Anunció que las utilidades del BCRA pasarán a ser reservas del Tesoro, para garantizar capacidad de pago y evitar más endeudamiento.
Reformas estructurales y visión a largo plazo
Caputo ratificó que el Gobierno avanzará con reformas estructurales —fiscal, laboral y previsional— orientadas a reducir el “costo argentino”, combatir la informalidad y generar condiciones sostenibles para el desarrollo.
Finalmente, lanzó una declaración que sintetiza el espíritu del plan económico y el horizonte político que impulsa el oficialismo: “Estamos por presenciar los mejores 20-30 años de nuestra historia”. El cierre, cargado de visión a futuro, entusiasmó a parte del auditorio empresarial, aunque también encendió alertas sobre los costos sociales y políticos del proceso de transformación que se está gestando.
Con la mirada puesta en la inversión privada y la estabilidad, Caputo apuesta a un nuevo ciclo de crecimiento. Uno que, según sus palabras, dejaría atrás décadas de crisis crónica.
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