La reciente denuncia de un consumidor que detectó una botella falsificada de El Enemigo Malbec 2022, adquirida en un supermercado de La Plata, ha encendido las alarmas en el sector vitivinícola argentino. El video compartido en redes sociales por Diego Merena, director de una consultora empresarial y aficionado al vino, mostró diferencias sutiles pero evidentes en la etiqueta y contraetiqueta del producto, incluyendo errores ortográficos y variaciones en los nombres de los productores.
Este caso no es aislado. El Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) ha detectado fraudes marcarios en Buenos Aires, donde el 15% de los autoservicios analizados comercializaban vinos con diferencias significativas de precio, lo que podría indicar posibles falsificaciones.
Además, un operativo conjunto del INV, la AFIP y la Policía Federal desbarató maniobras fraudulentas en la frontera con Brasil, decomisando alrededor de 1.900 botellas de vino de alta gama e interviniendo más de 300 botellas por un valor superior a $ 11 millones.
Perspectiva de enólogos y viticultores
Alejandro Vigil, reconocido enólogo y cofundador de Bodega Aleanna, expresó su preocupación por el impacto de estas falsificaciones en la reputación de las bodegas y la confianza del consumidor. Señaló que "la falsificación de vinos no solo afecta económicamente a las bodegas, sino que también pone en riesgo la salud de los consumidores y la imagen del vino argentino en el mundo".
Guillermo García, presidente del INV, destacó que "las modalidades delictivas son diversas, desde etiquetas falsas hasta productos que, una vez abiertos, no corresponden con la calidad esperada".
Los Andes
Medidas de prevención y control
El INV ha intensificado los controles y análisis en puntos de venta y distribución para detectar posibles fraudes. Además, se están implementando tecnologías de trazabilidad y autenticación para garantizar la integridad de los productos.
Los consumidores también juegan un papel crucial en la detección de vinos falsificados. Se recomienda adquirir productos en establecimientos confiables, verificar la integridad de las etiquetas y contraetiquetas, y reportar cualquier anomalía a las autoridades correspondientes.
La falsificación de vinos premium en Argentina representa una amenaza creciente para la industria vitivinícola. La colaboración entre bodegas, autoridades y consumidores es esencial para combatir este flagelo y preservar la calidad y prestigio del vino argentino.
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