El canje permitió al gobierno extender la vida promedio de los bonos pasando de un promedio de vencimientos de 0,54 años a 1,5 años, a la vez que se redujo la tasa de capitalización desde un promedio ponderado de 3,94% TEM (tasa efectiva mensual) de los títulos elegibles hacia 2,20% TEM de la nueva cartera.
¿Qué tenemos que analizar en los casos de canje de titulos o canje de bonos del gobierno?
El análisis es diferente a lo que sucede cuando hay un canje de deuda del sector privado.
En el caso del sector público, el canje de condiciones de pago y tasa aplicable, tiene que vincularse con una multiplicidad de factores, que son tanto de política económica y de la política en sí misma.
Los nuevos bonos tendrán rendimientos mensuales superiores al 2% de tasa fija hasta su vencimiento en el 2026, y si consideramos que las consultoras privadas están estimando una inflación del 20% para el 2025 y de 15% para el 2026, no hay dudas que luce atractiva la alternativa de canjear la deuda por un plazo más extenso con ese nivel de tasa. Pero este análisis debe completarse con un aspecto muy importante que es el riesgo que se asume ante una salida del cepo. Si bien este canje le permite al gobierno que en el transcurso del 2025 existan menos pesos en el mercado en razón de la absorción de parte de ellos como consecuencia del canje, no es menos cierto que una próxima salida del cepo podría provocar un salto devaluatorio y trasladarse a inflación en algunos meses de este año o inicios del próximo. Este acontecimiento futuro, posible, pero que tiene una consecuencia en los hechos de carácter incierto - dado que no existe certeza respecto al comportamiento del mercado en caso de una salida del cepo-, hace que la decisión de aceptar un canje de títulos públicos o la inversión en los mismos, esté relacionada con la visión optimista de los inversores que auguran un 2026 con baja de inflación y tasas en descenso.
Debemos tener presente que la política económica y la política en si misma, son factores esenciales a analizar en estos casos. En el presente año será definitoria las próximas elecciones legislativas, y la nueva composición de nuestro congreso nacional. La existencia de un nuevo sector político, con una impronta tan marcada, es un aspecto esencial a analizar en el momento de invertir en bonos públicos. Si bien nuestro sistema de gobierno es fuertemente presidencialista, es fundamental el conceso del arco político para crear condiciones económicas medianamente estables en nuestro país.